Las puertas de la muralla que cubría el castillo se abrieron dejando que entraran algunos de Los Custodios con Chrom en cabeza. Él se mostraba abatido, todo indicaba que la búsqueda había sido en vano de nuevo. Lissa salió al encuentro de su hermano, se había quedado en Ylisse para suplantarle en ciertos asuntos, tras ella apareció Frederick.
— Hermano, ¿cómo ha ido?
Gaius negó con la cabeza ligeramente des de atrás de Chrom, Lissa lo comprendió en seguida y más aún cuando su hermano ladeó la cabeza para luego irse a su alcoba. Frederick dejó ir un pesado suspiro sin decir nada cuando su señor paso por su lado, después se dirigió al pícaro.
— Sé muy bien que Chrom no quiere perder la esperanza con encontrarle... Empiezo a pensar que esto es inútil... No os equivoqueis... Daraen era mi mejor amigo/a y daría lo que fuera por volver a verle. Pero la realidad suele ser muy dura y creo que es hora de pasar pagina.
— Lo sabemos muy bien Gaius... Pero también entendemos que perder a dos personas muy preciadas en la misma guerra, ha afectado mucho a mi hermano. —contestó Lissa—
— En parte mi señor Chrom es consciente de que Daraen esta muerto/a, pero aún guarda la esperanza de encontrar-lo cómo la primera vez. Supongo que con un poco más de tiempo podrá superar-lo.
Gaius dejó ir un leve suspiro, los demás Custodios habían entrado a dejar sus caballos y guardar las armas.
— Si me disculpais iré a redactar el informe. No creo que Chrom tenga muchas ganas de ponerse a escribir sobre escaramuzas.
****
Chrom subió hacia la habitación, la pequeña Lucina estaba durmiendo dentro de la cuna. Evitó hacer ruido y se sentó en la cama, mirando hacia la pequeña, después de despojar-se de su armadura. Le acarició levemente la mejilla y sonrió de forma triste.
— A veces pienso que debería haber clavado mi espada en el corazón de Grima... Hubiera tenido que ignorar la petición de Daraen y hacer lo que hubiese sido correcto para mi... Ser egoísta por una vez... Siento cómo si le hubiera fallado y que si dejará de buscar-lo/la traicionaría su amistad. Dime Lucina, ¿tu que harías en mi lugar?
La puerta sonó con dos toques secos y leves. El tipo de llamada típico de Frederick. La puerta se abrió y efectivamente dejó paso al moreno que la cerró tras de si y se quedó de pie enfrente.
— Mi señor, ¿podríamos hablar un momento?
— Esta bien, vayamos a la biblioteca. No quiero despertar a Lucina.
— Cómo usted deseé mi señor.
Ambos se fueron en dirección a la biblioteca, al llegar allí Chrom tomó asiento y le ofreció a Frederick, este se rehusó.
— Bien, ¿sobre que querías que habláramos?
— Mi señor, debería evitar salir durante una temporada y mostrarse más en reuniones del consejo... Le iría bien descansar un tiempo centrar-se en otras cosas.
— ¿Lo dices porque los del consejo empiezan a hablar a mis espaldas?
— No, lo digo por su bien. No duerme, no descansa y se pasa horas en la alcoba de Daraen. Sé que tenían un vínculo muy fuerte y es muy duro seguir adelante.
— No tengo sueño, no puedo dormir sin sueño y me siento cómodo cuando estoy allí. Se siente cómo si no se hubiese ido.
— Lo que quiero decir es...
— Entiendo tu preocupación Frederick, de veras... Pero necesito darme cuenta por mi mismo. Sé que te preocupa que Lucina tenga una mala imagen de mi, pero en el estado en el que estoy quedarme a su lado sin hacer nada empeoraría las cosas... Créeme... Lo sé.
— Mi señor, le propongo algo... Me encargaré de su agenda y le dejaré un margen de tiempo para que pueda seguir buscando a Daraen. Pero también deberá ejercer cómo Rey en Ylisse, no puede escaquearse más de sus labores y que Daraen monopolice su tiempo.
— Pero no...
— Pero. Nada, mi señor. Es hora de que empiece a comportar-se con la autoridad y el carácter que le corresponde.
— Esta bien... Tendrás razón. Cómo siempre... Dime Frederick... ¿Tu crees que Daraen sigue con vida?
— Daraen era un gran estratega y una persona formidable. Estoy seguro que volveremos a verlo/a. Después de todo si alguien es capaz de hacer milagros ese es él/ella.
— Tienes razón. Muchas gracias Frederick, ya sé que es lo que debo hacer.
— Para eso estoy aquí mi señor.
Frederick hizo una leve reverencia y después desapareció tras la puerta de la biblioteca. Chrom salió de ella después mirar un libro que se encontraba encima de la mesa y sonrió. Tenía los bordes gastados, cómo si se hubiese caído colina abajo y algún que otro rasguño más.
****
En una taberna Gaius estaba tomando una pinta en una de las mesas situadas en las ventanas. Por la puerta aparecieron Sully, Stahl, Vaike y Basilio que había venido a visitar a la pequeña Lucina aprovechando que el poder aún lo tenía Flavia. Mientras Stahl se dirigía a la barra los demás fueron en busca del pícaro. Sully le golpeo en la espalda.
— ¡Oye tu! Haber dicho algo de que estabas aquí.
— ¡Ja ja, mira que eres bruta! A veces dudo de que seas ylissense.
— En verdad había venido para estar sólo, quería un poco de tranquilidad.
— ¡El Maestro te va a dar toda la tranquilidad que busques! ¡Pero después de echarte unas pintas con nosotros!
— Ah... Esta bien.
Stahl llego con las otras pintas y las repartió.
— Buenas Gaius, no esperaba encontrarte por aquí.
— Es lo que tiene ser escurridizo, puedes estar en muchos sitios y ninguno a la vez.
— Oye ladronzuelo, todos estamos preocupados por Chrom y por Daraen. No te lo guardes para ti sólo, eso suele traer problemas. —dijo Sully después de echar un trago—
— El dolor es reciente para todos, pero en poco tiempo Daraen llegó a ser alguien muy especial para todos nosotros. Dadle tiempo para que recupere.
— ¡Así se habla! Sino tendrá que vérselas con el Maestro.
— Yo creo, que Daraen aparecerá cuando menos lo esperemos. Entrará en almacén de Los Custodios y sonreirá diciendo que se había distraído por el camino a causa de algo. Luego nos explicará cómo volvió a dar con el camino correcto y nos pedirá disculpas...
— Esperemos que sea así Stahl. —añadió Gaius terminándose lo poco que le quedaba de la pinta—
— ¡Entonces vamos a brindar! ¡Brindemos por nuestro amigo Daraen y para que le vaya bien allí dónde esté! —afirmó Basilio levantando su pinta, todos alzaron las suyas y las chocaron— Y sobretodo para que nos reencontremos con él...
Gaius salió de la taberna un poco antes, se cubrió con la capucha y se dirigió hacia las afueras. De dentro de uno de sus bolsillos sacó un pequeño anillo, el anillo que le había regalado a Daraen en su momento. Sin querer lo había roto en un entrenamiento poco antes de la batalla final y le había pedido que lo arreglará, pero no hubo tiempo para devolvérselo. Gaius seguía guardándolo cómo un tesoro y lo miró.
— Sé que no soy quién para criticar a Chrom. Supongo que por eso voy con él a todas las expediciones... Ojalá hubiera la forma de poder darte esto de nuevo y de que no confiará ciegamente en lo que mis ojos vieron aquel día... Si de verdad estas con vida... ¿Porque tardas tanto en venir?
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Simplemente Quiero Huir...
FanfictionBueno haber cómo avanzará este fanfic, principalmente se desarrollará en el mundo de Fire Emblem: Awakening (el videojuego de Nintendo) pero también habrá viajes en otros mundos de la misma saga. Recordad que puede contener spoilers para aquellos qu...