El Regreso de la Esperanza

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Gaius miró al príncipe, sin saber muy bien que hacer a continuación. Chrom por su parte seguía sorpresivo y esperando una respuesta o algo que le sacara de su ensimismamiento.

— Ya no sabía que hacer... És lo único que se me ha ocurrido. — el ladrón bajó la mirada, se rascó la nuca y volvió a mirar al príncipe— Mira Chrom, entiendo muy bien cómo te sientes... Más de lo que crees. Daraen fue para mi una persona en la que pude confiar sin pedir nada a cambio, una persona que confió en mi de buenas a primeras y no me juzgó por mi oficio. Para mi, era cómo tener un/a hermano/a pequeño/a al que debía proteger... En vez de eso tuve que dejar que lo matarán delante de mis ojos sin poder hacer nada, porque fue su deseo. También me siento mal, no me siento cómodo con los demás Custodios, no puedo mirar-les a la cara por esto. Pero lo que tampoco puedo hacer, es hundirme en un pozo y dejar que eso me impida seguir adelante... No te equivoques, quiero que vuelva y tengo la corazonada de que por su parte también esta haciendo lo imposible para hacerlo. Pero para que esto surja necesito al Chrom de siempre, ese que lidera, ese que no se rinde... Ese al que puedo llamar mi Rey. Y ahora mismo no te reconozco.

Las palabras del ladrón provocaron una reacción en el peli azul. Despertaron un brillo, cómo esa vez después de la muerte de Emmeryn. Chrom levantó sus oscuros zafiros, esta vez mostraban un sentimiento de determinación y confianza. Y acabó con una sonrisa sincera de las que hacia tiempo que no se dibujaba en sus rosadas mejillas.

— Muchas gracias Gaius... Ese golpe me ha devuelto la esperanza. 

De repente un ruido muy fuerte resonó des de las entrañas del templo. Ese ruido mezclaba des de voces, hasta golpes de armas e incluso sonidos de ambientes diversos. Ambos se dirigieron a la sala del altar, dónde se encontraba Tharja. Al llegar ella se encontraba en el suelo de rodillas, con una expresión de sorpresa en su cara. Alrededor las paredes muestran una sucesión de imágenes en movimiento que parecen mostrar otros mundos o lugares. Gaius y Chrom se acercan a la maga oscura para ayudarla a levantarse del suelo.

De repente, una voz familiar empieza a ganar fuerza encima de los demás sonidos hasta escucharse nítidamente. 

— Oye Ranulf... 

— Dime.

— Perdoname... Por mi culpa tu e Ike os habéis visto arrastrados a este mundo. 

— No te preocupes por eso, yo tengo fe en que el vínculo que me une a mis compañeros, hará que vuelva a encontrarme con ellos. 

Daraen sonrió de forma melancólica, recordó haber dicho algo similar en una ocasión. Miró a Ranulf a los ojos.

— Tienes razón. Muerto/a o no, no puedo perder la fe en poder encontrar-me de nuevo con los míos. Aunque sea un fantasma, al menos me gustaría despedirme cómo es debido.

— ¡DARAEN! ¡DARAEN! ¡Estamos aquí! —gritó Chrom con todas sus fuerzas— ¡DARAEN POR FAVOR... Por favor... no desaparezcas de nuevo...! 

Mientras el príncipe decía estas palabras, el sonido se fue parando hasta desaparecer por completo. La imagen empezó a emborronarse pasado un tiempo, hasta que termino por desaparecer por completo. En la roca dónde había aparecido la imagen había algo inscrito. Y una voz resonó en la sala, una voz femenina que todos ya habían oído anteriormente.

— Mi hermano esta en un viaje, para volver aquí deberá avanzar poco a poco y descubrirse a si mismo. Sed pacientes descendientes del gran rey. Vuestro amigo/a encontrará el camino.

— Esa voz...

— Era Naga ¿verdad?

Chrom dejó ir aire, sonaba ofuscado. Pero en parte estaba aliviado, su compañero estaba vivo. Gaius y Tharja también se habían alegrado al ver que su compañero/a seguía luchando por volver con ellos. Esa noche los tres pudieron dormir más tranquilos, incluso Tharja decidió descansar un poco.

Al día siguiente, cuando se levantaron la maga ya se encontraba descifrando el texto que se había grabado en la pared. Por lo que había deducido, eran unas coordenadas y un nombre. Lo anotó en un pergamino y lo debatió con los chicos durante un tiempo, pensando en que podría ser, ¿un lugar?, ¿una pista?, ¿un templo? Al final, los tres decidieron volver a Ylisse. Chrom le dijo a Tharja que recordaba haber visto unos símbolos parecidos en un libro, no recordaba el título exactamente, pero sabía que se encontraba en la biblioteca de Ylisse.

Simplemente Quiero Huir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora