El callejón de los milagros

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Lo malo de crecer no son las canas,
ni las ojeras tatuadas por los años,
no es la duda agazapada en los rincones,
ni la colección inacabada de fracasos.
Lo malo de crecer no son las ruinas,
ni que el invierno dure más que los veranos.
Lo malo de crecer son las espinas,
cuando no saben a nuevo los pecados.

Yo no era el chico popular del instituto,
yo era un don nadie que vivía improvisando.
Hasta los 20 virgen y de luto,
la reina del baile nunca me regaló un tango.
Tarde aprendí que el amor dura un minuto
y que el resto de la vida te lo pasas esperando.
Empecé a escribir de niño, en los 2000 creo,
con un estilo feo y un alma sedienta.
Ahora con 20 mi rima es más atenta,
pues sólo intenta calmar la sed que atormenta el deseo.
Yo no rapeo, cojo el alma y le doy fuego,
soy demasiado real para este juego, y no,
ya no me engañan con su ego ni su slogan.
La música y tus ojos son mis dos únicas drogas.
Cómo explicarte lo que escribo, lo mío es intuitivo,
como el pájaro que canta sin tener motivo.
Ando celebrando que estoy vivo,
en la música estoy libre cuando el mundo me tiene cautivo.
Yo sé de la pasión y del tedio,
y sin ti no se vivir, pero contigo me agobio.
La vida mata, pero no tiene remedio
aquí cada canción es una nueva transfusión al folio.

Yo siempre quise ser un delincuente,
para escaparme de la ley de la gravedad.
De niño quise vivir para siempre,
ahora sólo escribo para engañar a la soledad.
Suelo enamorarme fácilmente,
suelo confundir el deseo y la necesidad.
Lo bueno del silencio es que no miente,
y lo malo de las palabras es que a veces dicen la verdad.
Orgulloso de mi gente y de mi lapicero,
yo represento al alfarero, al amor verdadero.
Soy rapero, pero no llevo sombrero,
prefiero la corona de sudor de mi barrio obrero.
Camarero, por favor, lléneme el vaso,
mi musa no me quiere y me han echado del parnaso.
He tropezado a cada paso, así que por si acaso,
la muerta llama, di que llego con retraso.

Por eso brinda conmigo,
hazte un porro hermano, y brinda conmigo,
por lo que nunca fui, por lo que siempre he sido,
por lo que no recuerdo y por lo que nunca olvido.

Astronomía de tus lunaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora