Astronomía de tus lunares

El infierno me lo sé

Párteme en mil trozos y esparcido por el aire,
déjame que baile con el ruido de sollozos,
de esos insonoros, los que nunca lloro nadie,
los que se leen en braille por el filo de mis ojos.

Rómpeme a pedazos si ves que me descompongo,
conviérteme en un puzzle que se pueda resolver
y si no me puedo ver y ya no suena nuestro tango,
rasga la guitarra hasta que suene en mi piel.

Hazme el amor con poesía, melodía de algunos locos,
si todo me sabe a poco, haz que pruebe tu ambrosía
y si la luz del día te revela que estoy roto,
combate con tus labios cada cráter de mi herida.

Que no suene a despedida cada verso que te lanzo,
que no tenga que matarme para sentirme mas vivo,
que el guerrero caído resucite entre gemidos
que mi lágrima reclusas se muera con tus aplausos.

Préndeme con tu cigarro, vamos, cómeme a caladas.
Haz que me crezcan alas, universos en tus dedos.
Si me ando por las ramas, tala arboles de ausencia,
haz que con tu presencia yo mismo me tenga celos.

Cabalga por mi cuerpo, tu bandera en mis caderas.
Congela toda escena que me pille sonriendo.
Ofréceme tu ombligo, viajar por tu carretera.
Enséñame a vivir, no a seguir sobreviviendo.

Toca mi banda sonora con las teclas de tu risa,
si todo va muy deprisa, enséñame a domar las horas.
Si todo se descontrola, convénceme en la cornisa,
de que si no me tiro me mataras tu a sonrisas.

Sólo quédate conmigo, sólo quiero no estar solo,
sólo mantenme callado, que así lo digo todo.
Por favor no me sueltes, no me dejes caer,
y preséntame a la suerte que el infierno me lo sé.