Mía

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Siempre he sido enemigo de las propiedades, pero siempre me ha encantado decir "eres mía" o "soy tuyo", son las paradojas que encierran mi vida, te quiero mía, pero te quiero libre, no quiero atarte, quiero que vueles y decidas quedarte, me gusta la paridad de lo infinito y lo efímero que resulta, me gusta la delicadeza con la que me miras y sonríes, me gusta la rudeza con la que me haces bullying, me gustas despierta o dormida, me gustas sonriendo, me gustas cuando no lo haces, me gustas cerca, me gustas lejos, me gusta tu lado malvado capaz de burlarse de cualquiera y hacerme reír, me gusta tu lado lindo y tímido con el que no tienes igual, me gustas escribiendo o hablando, cuando me miras y cuando callas, me gustas desarreglada y arreglada, me gustas de azul, verde, blanco... de cualquier color eres hermosa, me gusta cuando me preguntas si algo te queda bien, y solo respondo "si" cuando por dentro pienso; atitodosetevehermoso, me gusta como tu presencia dilata mi tiempo y universo, ni la física ni la química podrían explicar todos estos sucesos y reacciones, todas esas formas de comunicar lo que sientes, incluso me gustas cuando no puedes gustarme. A lo largo de mi vida he estudiado tantas cosas que ni siquiera podría enseñarlas todas, conozco sobre casi cualquier tema, y a pesar de todo lo que tengo para elegir, solo tengo ganas de estudiarte a ti, de conocerte más, saber que es lo que te gusta, que te irrita, que te atormenta, que te excita. Disocias y asocias, como si de una divinidad se tratara, logras despejar mis dudad y unir certezas, seguro que en este momento te estas preguntando porque precisamente escribo todo esto, la respuesta es sencilla; no lo sé. Comenzó con un beso que al final hizo metástasis.  

Astronomía de tus lunaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora