Astronomía de tus lunares

Canto

Canto para el cuervo negro que habita en mi estómago,
canto para el loco que mira al suelo en el ático,
canto a cada corte que se oculta tras pulseras,
y a las muertas primaveras de mi pasado traumático.

Canto para mi pero me escucha mas gente,
mi verso es oscuro como el luto de mi piel,
sigo estando de pie nadando a contracorriente,
por este mar de gente que andan mirando sin ver.

Le canto al Prozac, Orfidal y Rivotril,
que me calman las manías y me dejan escribir,
a esa sensación de estar fuera de control,
cuando el pobre corazón pierde el paso en tu latir.

Canto a las miradas a la sombra de este sauce,
a todas las bocas que le sabe amargo el dulce,
canto a las personas con las lágrimas en auge,
hijos de melancolía que lo triste les seduce.

A constelaciones que se ven en mi ventana,
a los besos de mi madre y a los versos de mi hermana.
Le canto al mañana pa que me regale el sol
le canto al amor, mi locura más insana.

Canto, canto, canto para matar el llanto,
canto, canto, canto mi particular quebranto,
canto para tanto y a la vez para tan poco,
sólo soy un pobre loco que canta versos de infarto.

Canto en el piano que se toca en sus costillas,
hice puenting en sus ojos y se me rompió la cuerda,
vivo en el pasado de su dulce pesadilla,
le canto al oído para ver si me recuerda.

Entre polvo y humo en compases depresivos,
canto para aquel que escucha y se eriza con lo que escribo,
canto por estar vivo cuando cavaron mi tumba
de este pobre niño con 3000 años vividos.

Le canto a los nervios que se enredan en mi pecho,
a mis pobres manos que no dejan de temblar,
a la soledad que me acompaña en mi lecho,
no canto para Sych, yo canto para Cris.