Acababa de regresar al hotel desde el aeropuerto. Jennifer ya estaba en camino a Nueva York y yo durante la espera a que embarcase había contenido mis ganas de llorar porque la única persona que de verdad me conocía y comprendía, se marchaba.
De vuelta a mi suite me arreglé con la ropa de deporte y bajé con la cámara colgando al cuello para seguir con las fotos del hotel.
Enmarqué a niños jugando en la piscina, la gente disfrutando del sol, parejas disfrutando de bebidas refrescantes bajo la sombra. Hice fotos del casino vacío. A nadie le gustaba que les hicieran fotos mientras jugaban sus cartas. Además, sin gente se veía como el espacio era muy grande.
Finalmente fui al gimnasio e hice unas cuantas fotos antes de ponerme hacer yo mi propia rutina de ejercicio. Estaba decidida a bajar de peso y para ello tan solo me había comido una manzana en toda la mañana.
Tras correr en la cinta, hacer varios kilómetros en la bicicleta estática y realizar trescientos abdominales salí del gimnasio a darme una ducha rápida en los vestuarios. Me vestí con ropa limpia que había guardado otro día en mi taquilla y volví a colgar la cámara en mi cuello.
Fui a la cafetería en busca de Ryan. En su lugar, lo encontré en la recepción hablando con Clarise sobre la organización de algunos eventos. Puse una mano sobre su hombro y él se giró sobresaltado. Torcí una sonrisa desanimada.
¿Qué pasa? ¿Estás bien? – se preocupó.
Realmente estaba muy triste. Perder la cercanía de mi mejor amiga me afectaba más de lo habitual dado las circunstancias y a la alteración de mis hormonas. Mi ánimo no podía ser peor.
Estoy bien – mentí – Quería preguntarte si harías una canción conmigo.
Ah, Justin me habló de esto – sonrió alegrando sus hermosos ojos azules – Claro que lo haré, vamos a montar una fiesta con tu canción.
Apuesto que le has dicho lo mismo a Bieber – bufé.
¡Mira quién está aquí! – escuché esa voz tras de mí y me recorrió un escalofrío. ¿Había dicho que mi día no podía empeorar? – ____ Brown, te presento a mi novia Christina Rivers – me giré a ver a la rubia que acompañaba a Taylor – Es una alegría que te haya encontrado tan pronto para presentarte la chica que siempre ocupó tu lugar cuando no estabas – sonrió con malicia – Cariño, esta es la señorita Brown, la hija de Macy Hudson.
Es increíble lo poco que te pareces a ella – respondió tendiendo la mano. No le devolví el gesto – Ella es tan … distinguida, en cambio tú … ¿Como puede mi modelo a seguir tener una hija tan vulgar como tú? – se rió – Es tan extraño.
A ver si lo entiendo – sonreí ignorando sus palabras para hacerme sentir mal – ¿Tú también eres modelo? – ella asintió. Bufé mirando a Taylor quien tenía una sonrisa socarrona.
Era divertido salir con la hija de una gran modelo, pero es mejor estar con una modelo de verdad que cubre las características de una mujer perfecta. Visto está si va a modelar para Gucci en la próxima semana – fanfarroneó.
Ryan se tensó a mi lado y pasó una mano por mi hombro. Me sacudí y clavé mis ojos en los de Taylor, no merecía la pena decir nada. Cualquier cosa que dijese sería usada en mi contra. No tenía nada que responder. Lo odiaba. Más que a nadie en todo el jodido mundo.
Miré a la Barbie con sonrisa lasciva y superior a mí. Me acerqué a ella y susurré lo peor que podía oír en su vida para su trayectoria de modelo.
Macy Hudson es tu ídolo, pero ante todo es mi madre y siempre me va a defender. No debiste presentarte aquí muñequita – me reí – Le voy a pedir que hunda tu carrera y entonces podrás empezar a buscar trabajo en un grasiento McDonald's porque … ¿Hasta en cuantas agencias de modelos crees que pueda tener influencia mi mami?
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Hall Of Fame (Justin Bieber y Tú)
FanfictionDrama, amor, sueños por cumplir, dolor, alegría. Todo eso puedes encontrar en esta historia ... Todo estaba en nuestra contra. Sabía que no podíamos esperar a la suerte. Había que luchar para llegar por el buen camino al Salón de la Fama. ¿Quería ha...