Capítulo 13: Nobody Does It Like You

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Llegué a recepción. Para mi inconveniente no estaba Clarise sino otro recepcionista que ocupaba ese turno. Me acerqué a él, un hombre de unos treinta y tantos años de ojos azules y castaño. Le sonreí amablemente apoyándome en la barra de recepción.

Buenas noches, señorita.

Hola, señor … – miré su plaquita en la chaqueta – Fanning – torcí mis labios – Me preguntaba si podría decirme si están aquí las grabaciones de seguridad de la discoteca.

Eso no es … – algo que me importe. Lo sabía.

Soy la hija del señor Brown, el dueño del hotel. Necesito uno de los vídeos para un encargo – expliqué – es importante.

¿Ahora mismo? – arqueó una ceja – Espera, cualquier persona puede decir ser la hija del jefe – rodé los ojos y empecé a marcar el número de Scott – ¿Qué hace?

Hable con Scott Mallette y le confirmará quien soy – le tendí el móvil con toda mi seguridad del mundo – aunque probablemente esté ocupado y no le guste que le molesten cuando está con el papeleo … más por una tontería como ésta.

El hombre tomo el móvil que ya estaba llamando al encargado del hotel. Canceló la llamada y me dio mi iPhone de nuevo lanzándome una mirada mortificadora. No me afectó. Le devolví una sonrisa triunfante mientras entraba en la zona de recepción.

Fanning me dijo el lugar donde estaban los DVDs y yo empecé a mirar fechas. Cuando encontré la cajetilla con el día que yo recordaba lo cogí y me levanté para irme de allí.

¿Para qué va a usar eso? – preguntó el recepcionista.

Información confidencial – le guiñé el ojo.

Aquello pareció irritarlo más lo que provocó mi risa.

Me dirigí hacia mi habitación para editar el video y subir a la web del hotel la actuación de Justin de Make You Believe. Una vez hecho, guardé el diseño y dejé preparada la competencia en nuestra pequeña apuesta.

Recordé cuanto me había excitado que me dedicara aquella canción. Era mi turno de devolverle el favor y dejar ver que conmigo no se hacían apuestas si no buscabas una buena pelea.

Dejé el ordenador encendido y bajé de nuevo a la recepción para devolver el DVD. Sin querer molestarme en ser agradable con el antipático de Fanning, me fui a la discoteca. Empezaba a haber gente joven. Al parecer habían planeado un cumpleaños en el hotel y estaban allí para montar lío.

Busqué a Ryan y lo saludé dándole un abrazo. Él me miró de arriba a abajo y arqueó una ceja.

Ryan – lo reprendí cruzándome de brazos.

Sabes que tú para mí eres como una hermana – me apuntó con su índice – pero Justin se va a volver jodidamente loco si te ve bailar con eso puesto – sonreí malvadamente – Oh – se rió a ver mi cara – ¿Qué planeas?

Ryan seguía con su trabajo poniendo música mientras unos pocos bailaban haciendo tonterías en la pista. En poco rato se animaría todo en sobremanera por toda la gente que llegaría y por el show que iba a montar.

Saqué el pen-drive y se lo di a Ryan explicándole que era la canción de la apuesta y que la había terminado sola la noche de antes.

Hall Of Fame (Justin Bieber y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora