Hall Of Fame (Justin Bieber y Tú)

Capítulo 33: Little Things

Narra Justin

Me desperté entornando los ojos tratando de reconocer donde había acabado durmiendo. En pocos segundos reconocí la suite del hotel. Mi cabeza dolía tremendamente, tenía el estómago revuelto y sentía el cuerpo totalmente pesado. Gran fiesta la de anoche.

Volví a cerrar los ojos y me di la vuelta en la cama queriendo relajarme pero en cuanto acomodé la almohada, abrí los ojos recordando a _____. Ella no estaba durmiendo a mi lado y teniendo en cuenta que yo estaba desnudo, se suponía que había compartido la noche con mi chica.

Me incorporé en la cama algo preocupado por saber su paradero pero me detuve sentándome en el borde del colchón. Más me valía no correr demasiado con aquella resaca.

Escuché ruidos procedentes del baño en el otro lado de la suite. Me levanté y salí de la habitación para ir a buscar a ____. La escuché teniendo arcadas y vomitando. No quería incomodarla pero sentí la urgencia de tocar a la puerta y preguntarle como estaba.

Estoy bien - dijo detrás de la puerta - Dame unos minutos.

Suspiré sin estar muy conforme. Ella llevaba mucho tiempo diciendo estar bien cuando su cara decía totalmente lo contrario. Y no era para menos que estuviera mal ... Su madre había sufrido un aborto, había perdido la oportunidad de tener un hermano, Macy Hudson se había alejado de su hija y del resto de su familia - tras la depresión, se había vuelto fría y distante - y encima ___ también tenía que soportar en ese momento que su padre se había marchado muy lejos, que no había noticias de él salvo que sus negocios se iban a la quiebra y por último, aguantar a la prensa y estar continuamente en las noticias del corazón.

Tras tomarme despacio un par de vasos de agua, llamé al servicio de habitaciones para que trajera nuestro desayuno, y me dirigí a la ducha para serenarme y hacer que la resaca pasase poco a poco. Mientras me espabilaba con el agua más fría que templada, pensaba en como mi chica había pasado a quebrarse lentamente. Ella solía ser fuerte y resistir cada golpe, pero demasiadas cosas habían venido juntas a agitar su vida en esa ocasión.

Estaba realmente preocupado. ____ podía ser como el vidrio, dura y resistente, pero frágil cuando caía y chocaba contra el suelo, de manera que se había roto en miles de pequeños pedazos difíciles de reparar. Por no hablar de su inseguridad ... La había visto perder peso en las últimas semanas, y comprendía que en aquellos duros días hubiese perdido el apetito, pero parecía que nadie estaba con ella el suficiente tiempo como para hacerle comer algo por su salud.

Tenía que encontrar una jodida manera de poner un fin a aquella situación. Ayudarla y sacarla del pozo donde había caído era primordial.

Podía ser que la noche anterior lo pasara bien. Me alegró verla animada, pero algo me decía que solo se trataba de la ocasión del momento por estar en una fiesta rodeada de gente, y el efecto del alcohol que había desinhibido su mente.

Salí de la ducha y me sequé el pelo el pelo con una toalla. Me estaba poniendo los pantalones cuando llamaron a la puerta de la suite. Salí del baño algo más ágil que cuando me había levantado y fui rápido a recoger la comida que nos habían subido.

Tras dejar las bandejas en la mesa, esperé a que ____ saliera del baño tomándome una cerveza. No hay nada mejor para curar la resaca que un poco más de alcohol. Cuando noté que la corriente de agua procedente del servicio se detuvo, esperé impacientemente a que ella apareciera.

Me vio sentado frente a la mesa y sonrió débilmente, como siempre hacía para fingir que nada iba mal. Se acercó a mí cubierta por su albornoz y se inclinó para darme un beso en la mejilla.