Hall Of Fame (Justin Bieber y Tú)

Capítulo 25: Misfit

Me desperté mareada y con dolor de barriga. Debajo de mí estaba el trabajado cuerpo de Justin. Respiré hondo para relajarme mientras miraba el plácido rostro de mi chico. Adoraba verlo así de tranquilo y apreciar cada uno de sus rasgos. Sus marcadas cejas, sus largas pestañas, su redondeada nariz, sus carnosos labios, sus sonrosadas mejillas, su revoltoso cabello rubio oscuro … simplemente era perfecto.

Justin tenía una pierna sobre la mía enredando nuestros cuerpos. Su mano reposaba en mi cadera sujetándome a su lado. Sentí un pinchazo en la barriga y me encogí gimiendo incómoda.

Dando un suspiro resignada, intenté levantarme de la cama para abandonar mi adorable novio; no es que a mí me apeteciera irme de su lado.

Traté de librarme de su agarre sin despertarlo pero incluso dormido parecía imposible que yo pudiera contra él.

Cariño – gimió con sueño – ¿qué intentas?

Librarme de ti – respondí mordiéndole el hombro.

Vuelve a hacer eso y en lugar de librarte me tendrás dentro de ti – advirtió.

Me reí ocultando mi cara en su cuello cuando noté un nuevo pinchazo en mi vientre. Gemí molesta y Justin me miró preocupado deteniendo sus caricias en mi espalda.

Sin decir nada me incorporé en la cama tapándome con la sábana. Mi cabeza daba vueltas y me encontraba fatal. Sabía de que me venían aquellos síntomas. Lo odiaba. Alcancé mi móvil para mirar el calendario y empezar a contar días. Sí, ya tocaba.

Será mejor que me duche y me vista – me dije a mí misma en voz alta.

¿Qué sucede? – Justin también se incorporó apoyándose en su codo y acariciando mi brazo – ¿Estás bien?

Sí – le sonreí para tranquilizarlo – Sigue durmiendo. Yo voy a ducharme.

¿Y si me ducho contigo? – preguntó con picardía.

No lo creo – me burlé dándole un beso. Me levanté de la cama tirando de la sábana conmigo para que él no me viera desnuda.

Hey – se quejó Justin cuando lo dejé a él descubierto. Me fui riéndome encerrándome en el baño – Nena, ¿quieres que te espere aquí así? – dijo al otro lado de la puerta.

¡No! – reí sabiendo que no llevaba nada – Tienes que irte. Mis padres no saben que estás aquí y yo tengo que ir con mi madre a su trabajo.

Está bien – sonó resignado mientras yo preparaba el baño. Entonces la puerta se abrió tras de mí y Justin me abrazó por la espalda llevando tan solo sus boxers – ¿Me llamarás cuando podamos vernos? – preguntó sobre mi oído.

Claro – me encogí de hombros viéndole en el espejo. Me besó una mejilla desde atrás – No quiero irme – confesé queriendo quedarme en la habitación con él.

Yo también tengo trabajo – suspiró. Acarició mi cintura y bajó a mis caderas sobre la sábana mientras besaba mi cuello – En todo caso, nos vemos esta noche.

Asentí y me giré para darle un último beso. Él salió del baño para darme privacidad e irse a vestir. Me deshice de la sábana que me cubría y entré en la ducha para coger fuerzas. Se iniciaba un nuevo estresante y duro día.

* * *

Mi madre y yo fuimos juntas en una pequeña limusina hacia el estudio de moda. Todos allí me reconocieron por ser la hija de Macy Hudson. Ella me había enseñado todos los vestidos que se iban a mostrar en la pasarela. Habíamos discutido sobre los preparativos del evento.

Ella se había peleado un poco con mi padre para que le dejara realizar todo en el hotel, sin embargo, aún seguían discutiendo sobre algunas cosas. Otro de sus problemas había sido la preparación de la fiesta al terminar el modelaje.