Al llegar a clases me topo con un chico que me hizo caer al piso.
- ¡Oye, fíjate idiota! Me has votado. - Veo que me da su mano y la tomo para levantarme.
- Disculpa no fue mi intención estabas un poco distraída al parecer y no te percataste de que yo estaba al frente tuyo.
Al verlo a la cara me topo con unos ojos color miel brillantes, unos labios color rosa bajo carnosos y su piel blanca, un cabello con rizos rubios, despeinados y mucho más alto que yo.
- Emm... Pues si, quizá yo fui la distraída. - Sacudí mi pantalón.
-descuida, suele pasar. - sonrió despreocupado. - no es la primera vez que me topo con una chica distraída. Me presento soy Vladimir Pattison. - extiende su mano para estrecharla con la mía.
Yo un poco indiferente y desconfiada le doy la mano. - Sofía Meyer.- estrecho su mano.
- Un gusto Sofia. - el chico me sonríe. Es muy risueño al parecer.
- Emm.. ¿El gusto es mio? ¿De que carrera eres Vladimir? - pregunté.
Vladímir sonríe divertido ante mi comentario.- turismo y hoteleria.
- ¡oh grandioso! Es una carrera genial.
-Gracias, si lo es, llevo 3er año de la carrera. - ¿y cuántos años tienes? - Pregunté asombrada.
- Tengo 21 y ¿tu tienes? - me observa detenidamente.
- 19 y soy de Diseño.- acomodo mi mochila a mi espalda.
- ¡Cool! Una diseñadora, dicen que las diseñadoras son las mejores, no dejan de sorprenderte. - Vladimir guiña el ojo.
Vladimir logra sacarme una sonrisa genuina, pero la borro rápidamente.
- Oye es muy temprano, ¿quieres tomar un café en Starbucks? - Me pregunta amable.
- ¿Aquí hay un Starbuks? no he recorrido bien estas instalaciones.- contesto mirando a mi alrededor.
- eh puedo darte un tour, si quieres. - se encoge de hombros.
Al ver a ese chico me recuerda a mi hermano Max ,no sé, se ve amable, despreocupado y desinteresado, es decir sin ninguna malicia no como el presumido y mujeriego de Tadeo desde que lo conocí me inspiro desconfianza.
- Vale, pero solo por esta vez.- Hmm tranquila, acepto el trato.
Vamos hacia Starbucks y realmente habían muchas personas tomando café con una porción de tarta de chocolate y con sus computadoras como todo ejecutivo.
Pedimos un café sencillo con cremora y nos sentamos a conversar mientras lo preparaban.
- Y bien ¿de donde eres? a juzgar por tu acento estoy seguro que de España. - Pregunta el chico.
- Si. - asiento. - Soy de Madrid.
¿Y tu eres? Tienes un acento combinado.- Soy de Buenos Aires Argentina, pero se me ha pegado el inglés así que hablo a veces como un Argen- gringo.
Me suelto a reír por las ocurrencias de Vladímir.
- ¡Una buena combinación! tienes un poco de ese acento aunque tus rasgos no parecen ser muy argentinos.- digo honesta.
- Vaya. -ríe. - Si, ya me lo han dicho... Pasa que mi papá es Americano y mi mamá es Argentina llevo los rasgos más pronunciados a mi padre que los de mi madre.
- Oh ahora entiendo. - tomamos nuestro café y lo observo un poco.
Este chico me agrada. Pero no puedo entregar mi confianza a todos en bandeja de plata.
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Prohibido Enamorarse ©
RomanceMe enamoré de un espejismo, de alguien que no se había mostrado tal y como es. Me rompió el corazón, pero más allá de eso, me quitó las ganas de confiar en los demás y el rechazo se apoderó de mi. Sofía, era una chica que confiaba en las personas q...