Capítulo 7

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Al llegar a clases me topo con un chico que me hizo caer al piso.

- ¡Oye, fíjate idiota! Me has votado. - Veo que me da su mano y la tomo para levantarme.

- Disculpa no fue mi intención estabas un poco distraída al parecer y no te percataste de que yo estaba al frente tuyo.

Al verlo a la cara me topo con unos ojos color miel brillantes, unos labios color rosa bajo carnosos y su piel blanca, un cabello con rizos rubios, despeinados y mucho más alto que yo.

- Emm... Pues si, quizá yo fui la distraída. - Sacudí mi pantalón.

-descuida, suele pasar. - sonrió despreocupado. - no es la primera vez que me topo con una chica distraída. Me presento soy Vladimir Pattison. - extiende su mano para estrecharla con la mía.

Yo un poco indiferente y desconfiada le doy la mano. - Sofía Meyer.- estrecho su mano.

- Un gusto Sofia. - el chico me sonríe. Es muy risueño al parecer.

- Emm.. ¿El gusto es mio? ¿De que carrera eres Vladimir? - pregunté.

Vladímir sonríe divertido ante mi comentario.- turismo y hoteleria.

- ¡oh grandioso! Es una carrera genial.

-Gracias, si lo es, llevo 3er año de la carrera. - ¿y cuántos años tienes? - Pregunté asombrada.

- Tengo 21 y ¿tu tienes? - me observa detenidamente.

- 19 y soy de Diseño.- acomodo mi mochila a mi espalda.

- ¡Cool! Una diseñadora, dicen que las diseñadoras son las mejores, no dejan de sorprenderte. - Vladimir guiña el ojo.

Vladimir logra sacarme una sonrisa genuina, pero la borro rápidamente.

- Oye es muy temprano, ¿quieres tomar un café en Starbucks? - Me pregunta amable.

- ¿Aquí hay un Starbuks? no he recorrido bien estas instalaciones.- contesto mirando a mi alrededor.

- eh puedo darte un tour, si quieres. - se encoge de hombros.

Al ver a ese chico me recuerda a mi hermano Max ,no sé, se ve amable, despreocupado y desinteresado, es decir sin ninguna malicia no como el presumido y mujeriego de Tadeo desde que lo conocí me inspiro desconfianza.

- Vale, pero solo por esta vez.- Hmm tranquila, acepto el trato.

Vamos hacia Starbucks y realmente habían muchas personas tomando café con una porción de tarta de chocolate y con sus computadoras como todo ejecutivo.

Pedimos un café sencillo con cremora y nos sentamos a conversar mientras lo preparaban.

- Y bien ¿de donde eres? a juzgar por tu acento estoy seguro que de España. - Pregunta el chico.

- Si. - asiento. - Soy de Madrid.
¿Y tu eres? Tienes un acento combinado.

- Soy de Buenos Aires Argentina, pero se me ha pegado el inglés así que hablo a veces como un Argen- gringo.

Me suelto a reír por las ocurrencias de Vladímir.

- ¡Una buena combinación! tienes un poco de ese acento aunque tus rasgos no parecen ser muy argentinos.- digo honesta.

- Vaya. -ríe. - Si, ya me lo han dicho... Pasa que mi papá es Americano y mi mamá es Argentina llevo los rasgos más pronunciados a mi padre que los de mi madre.

- Oh ahora entiendo. - tomamos nuestro café y lo observo un poco.

Este chico me agrada. Pero no puedo entregar mi confianza a todos en bandeja de plata.

Prohibido Enamorarse ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora