The Letter {Español}

Día 22

*siento las faltas de ortografía*

Día 22 

*Victoria's POV*

-No puedes ir a trabajar -le suplico a Sebastian una vez más. 

-Tengo que ir, Victoria, necesito mantener mi mente ocupada. 

-Tienes que descansar, todavía no estás curado del todo, Sebastian. 

Ando hasta él y pongo una mano en su mejilla. Le miro a los ojos y me acerco para besarle. Nuestros labios se mueven sincronizados, llenando nuestros cuerpos con emociones que antes no se atrevían a salir. Siwnto mi corazón incendiarse por la intensidad del beso. Me aparto de él y apoyo mi cabeza en su pecho, el cual ahora sube y baja irregularmente. 

-Por favor -digo intentando controlar mi respiración-, quédate en casa -susurro. 

Siento su pecho volverse a la normalidad. 

-Realmente sabes cómo manejarme -dice sonriendo. 

Me río. 

-¿Eso es un sí? -pregunto con inocencia. 

-Por supuesto -dice, y esbozo una sonrisa triunfadora-, pero tengo que terminar un informe en mi ordenador. 

Suspiro sabiendo que no tengo alternativa más que dejarle. 

-Bueno. 

-Gracias preciosa -dice y me besa de nuevo. 

-Voy a ducharme, después cocinaré algo. 

-Hm, ¿qué tal si tú te duchas y yo cocino? 

-Suena bien 

***

Paso los dedos por mi pelo mojado y me hago una trenza de cuatro. Miro en el espejo, rodeada de aromas deliciosos. Aparto la trenza de mi hombro y me aplico una fina capa de maquillaje. Me miro profundamente en mis ojos. Hoy será el día que le diga a Sebastian. Me encargaré que el informe se retire, y que el nombre de Dominic quede limpio. 

Me levanto y voy hasta la cocina, siguiendo esos aromas que alimentan. 

-Huele esquisito -digo entrando a la cocina. 

-Por supuesto que sí, estoy cocinando yo -dice orgulloso. 

Me río. 

-¿Eso es una crítica hacia mí cocina? 

-Sin comentarios. 

Me vuelvo a reír y me siento en la encimera. 

-Me acordaré de eso para la próxima vez. 

Se ríe bajito y pone la tapa en la cazuela. 

-Me rindo -dice poniendose en frente mía. 

Rodeo su cintura con mis piernasy le atraigo hasta mí. Mi pulso sube cuando sus dedos se enredan con los míos. Sus labios buscan los míos con desesperación y finalmente los encuentra y una ola de sentimientos me golpea. Siento mi corazón dar tumbos en mi pecho, y siento las muchas mariposas tratando de sair de mi estómago chocar contra las paredes. Me tengo que obligar a mí misma de separarme. Y nuestras respiraciones agitadas es lo único que se escucha a continuación. 

-¿Ocurre algo? 

Pongo mis manos en su pecho y le aparto. 

-Tienes que descansar -digo saltando de la encimera y alisando mi camiseta. Controlo mi respiración; no puedo dejar que los sentimientos se interpongan entre el plan.