Día 28

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*siento las faltas de ortografía c:*

Día 28 

*Victoria's POV*

Me recogo el último mechón en una coleta alta y dejo mi flequillo suelto, por lo que los rizos caigan sueltos sobre mis hombros. Me pongo pintalabios antes de volver a mirarme en el espejo. Cubro mis cansados y tristes ojos, todavía rojos de llorar anoche. Practico mi sonrisa una y otra vez en el espejo, aunque no consigo que llegue a mis ojos. 

Salgo de la habitación de hotel y me acerco al ascensor. Las puertas se abren y entro de un salto, presiono el bottón con el número 0. Cuando las puertas se están cerrando, escucho una voz desde el pasillo que grita. 

-¡Espera! 

Rápidamente presiono el botón que mantiene las puertas abiertas. Una esbelta chica entra sonriente, es bajita y su sonrisa ilumina todo el ascensor. 

-Gracias -dice mientras se arregla el pelo. 

-No pasa nada -digo devolviéndole la sonrisa. 

-¿De dónde eres?

-En realidad soy de aquí -digo algo tímida. 

-Entonces, ¿ por qué te estás hospedando en el hotel más caro de la ciudad?

-Um, problemas familiares. 

Sonríe. 

-Ah, lo explica todo. La familia puede sacarte de tus casillas a veces -dice amable. 

-Sí, y tú de dónde eres?

-Boston -dice orgullosa-. Vine aquí con un amigo para visitar a mi familia, estudio en Boston. 

-Qué bien. 

El ascensor llega a su planta, ambos salimos y nos dirigimos a la puerta principal. 

-Entonces, ¿por qué te estás hospendando en el hotel más caro de la ciudad? -digo riéndome. 

-Problemas familiares -ambas nos reímos juntas. 

-Me llamo Victoria -digo extendiendo mi mano. 

-Michelle -dice, y aprieta su mano con la mía. 

-Nos vemos luego -digo, mientras ella sale por la puerta y espera a que venga un taxi. 

Yo voy por el otro lado, hacia mi coche. Aunque hay muchísimo tráfico, me he acostumbrado a vivir con tanto ruido toda mi vida. Conduzco hasta un rascacielos, sin darme cuenta de que después de la boda, seré la dueña parcial de la compañía que posee el edificio. 

***

-Gracias por venir -dice Sebastian, mientras saca la silla de debajo de la mesa para que me pueda sentar en ella. 

-Claro -digo sonriendo. 

-Sé que no quieres hablar sobre esto, has estado evitandome los últimos días. 

-Están pasand demasiadas cosas a la vez, solo necesitaba unos días a solas. 

-La boda está a la vuelta de la esquina. 

Mi pulso sube de intensidad. 

-Sí, lo sé. 

-¿Quieres hablar sobre esto aquí o en otro lado? 

-Como quieras, a mí me da igual. 

Siento el silencio incómodo arroparnos con su manto de espinas, desde que salí de su casa de esas maneras, nuestra forma de comportarnos el uno con el otro ha cambiado, exceptuando la noche en la que me arropó con sus brazos, aquella noche en donde desearía estar ahora mismo. Nuestros sentimientos son inconfundibles, pero sinceramente, el matrimonio es un paso que ninguno de nosotros está preparado a dar. Apenas podemos sobrevivir el uno con el otro un mes entero, ¿cómo vamos a hacerlo toda nuestra vida?

The Letter {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora