Día 5

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*siento las faltas de ortografía*

Victoria's POV.

Me despierto a la mañana siguiente como si me hubiera atropellado un camión. Espero encontrarme entre dos brazos fuertes, pero mi cama está vacía, y Sebastian no está por ninguna parte. Cuando me quiero dar cuenta estoy congelada de frío.  ¿Por qué hace tanto frío?

-¿Sebastian? -susurro.

¿Se enfadaría mi padre y le echaría de casa? No lo creo. Estará encantado por saber que hemos pasado la noche juntos, aunque nada haya pasado entre nosotros. Me levanto de la cama y miro en el baño, pero está vacío. ¿Se habrá ido después de quedarme dormida? Entro en mi habitación de nuevo y veo una nota en mi mesa. Me siento mareada cuando me acerco.

"Querida Victoria, me he quedado contigo toda la noche para estar seguro de que estuvieras bien. Parece que tenías algo de fiebre, así que he ido a la farmacia a por alguna medicina, y he aprovechado para ir al supermercado. Yo cocinaré por ti hoy. Quédate en la cama hasta que vuelva. No quiero que malgastes energía.

Un beso (de amigo, claro),

Sebastian."

Inconscientemente, me llevo la mano a la frente y siento que está ardiendo. Me siento en la cama, sintiendome incluso peor que cuando me desperté. Me tumbo y me cubro con la ropa de cama. Siento como me vuelvo a quedar dormida cuando escucho la puerta abrirse.

-¿Victoria? -susurra Sebastian.

-¿Sí? -respondo con un hilo de voz.

-Voy a la cocina para prepararte una sopa de pollo y un té. Volveré enseguida para darte la medicina.

-No tienes por qué hacerlo, Sebastian. Le pediré a mi madre que lo haga.

-Oh, lo que me recuerda que te diga que tus padres no están este fin de semana. Tu padre tenía una reunión importante, y tu madre decidió acompañarle.

-Ah. No me han dicho nada.

-Tu padre me dijo que te lo contara. Deberías descansar, te haré la sopa.

-Sebastian, ¿qué hora es?

-Las dos y media.

Sebastian sale de la habitación sonriéndome, y yo no puedo evitar devolvérsela. Creo que vamos a ser muy buenos amigos. Vuelvo a cubrirme con la manta y me duermo profundamente. Mis sueños están llenos de caos. Puedo sentir el miedo que irradia mi cuerpo.

Mis ojos se abren de golpe y mi cuerpo está cubierto de sudor. Mientras me incorporo despacio, trato de tranquilizarme a mí misma, respirando profunda y regularmente. Mi cabeza empieza a dar vueltas y me pongo una mano en la frente.

Mi sueño era una recopilación de los recuerdos de mi padre pegándome todas y cada una de las noches. Cada pequeño momento entra y no para de entrar en mi mente mediante sueños.

-¡Desearía estar muerta! -grito contra mi almohada.

Los recuerdos nunca abandonarían mi cabeza. Siempre estarán allí para recordarme la horrible vida que tengo.

-¿Victoria? -dice Sebastian entrando en la habitación.

-¿Sí?

-He escuchado gritos, ¿estás bien?

-Sí. Sólo era una pesadilla.

-He venido antes, pero estabas dormida. He dejado la comida en el microondas para que no se enfríe.

-¿Qué hora es?

-Las seis menos cuarto.

-¡Wow! ¿Has dejado que durmiera todo éste tiempo?

The Letter {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora