The Letter {Español}

Día 24

*siento las faltas de ortografía*

Día 24 

*Victoria's POV*

-¿Cómo has dormido? -dice John entrando en la cocina, donde estoy sentada sola. 

-Bien, gracias -miento. 

No he domrido en absoluto. He estado despierta cada maldito minuto pensando en Sebastian. Él era lo único en lo que podía pensar, haciendo que  mi alrededor sea nulo, y que diera un significado completamente distinto a la palabra insomia. No voy a mentir; he llorado muchísimo. 

Dominic me forzó a dormir en la habitación de invitados de John, por lo cual Dominic tuvo que dormir en el sofá. 

-¿Dónde están tus padres? -le pregunto a John. 

-Están en Hawaii por su aniversario -dice sonriendo. 

-Eso es encantador. 

-Si -se ríe-. Me encanta, tengo la casa para mí solo por una semana -dice felizmente mientras coge un bol-. Ah, no sé lo qué quieres de desayuno, normalmente tomo cereales o algo así. 

-Oh, desayunaré más tarde. 

-De acuerdo -dice, y sale de la habitación revolviéndose el pelo negro. 

Me siento incómoda quedándome aquí, como si no encajara. Me sentía como en casa con Sebastian, pero aquí siento que soy sólo la invitada. Realmente necesito descansar, y no he dormido bien en mucho tiempo. Gracias al peso encima de mis hombros y a las ojeras bajo mis ojos me recuerdan lo intensa que es mi vida ahora mismo. Siento como si todo el mundo quisiera que le salve, pero no hay tiempo suficiente para hacer eso. Todo se me está viniendo abajo, y no sé cómo responder. 

La cara de Sebastian sigue atormentando mi mente, su expresión herida de anoche me aterroriza cada vez que cierro los ojos. No puedo evitar recrear los eventos de ayer una y otra vez en mi cabeza. Y justo cuando llegué a casa, Sebastian me envió un mensaje: 

Sebastian: ¿Esto es definitivo?

Yo: No lo sé. 

No lo sé. Esa frase usada tan común y mundialmente, es lo que uso para describir mi relación. Y al parecer, es lo que es: no lo sé. Salí de esa puerta sin romper con él, sólo necesitando espacio; y espero que haya entendido eso. Cierro mis manos en puños, las necesidades que tengo de gritar y de llorar crecen y crecen. 

-¿Qué pasa contigo? -dice Dominic entrando en la cocina. 

-Nada -respondo sonriendo. 

-Victoria Collins, ¿desde cuándo crees que puedesmentirme? -dice sentándose a mi lado- ¿Qué ocurre?

-No quieres saberlo, créeme. 

Suspira. 

-Es sobre Sebastian, ¿no?

Asiento. 

-No sé si te has dado cuenta, Victoria, pero ese tío ha tratado de meterme en la cárcel. 

-Ya lo sé, es algo difícil de olvidar -digo sarcásticamente. 

-Pues no lo parece. 

-¿Qué se supone que significa eso?

-Bueno, actuas como si ésto fuera una pelea corriente de pareja. No lo es. Compró a personas para meterme en la cárcel. 

-¡Ya lo sé, maldita sea! ¿Cómo podría olvidar algo así? Pasas cada puto segundo hablando de ello.