Lean la nota final, porfis!
La forma apresurada e inquieta en que pidió que hablara con él fue suficiente para despedirme de Jorge, quien no protestó en absoluto. No estaba del todo contenta ya que no me había dicho nada en concreto en el salón de Audiovisual. Sin embargo, no protesté cuando Agustín me tomó del brazo y me llevó a uno de los pasillos que se encontraban despejados.
-¿Qué quieres? -pregunté una vez que estuvimos solos.
Me miró y pareció haberse arrepentido de haberme interrumpido porque se quedó en silencio, como si estuviera pensando en algo qué inventar.
-¿Has visto a Ruggero?
Confirmé que no tenía prisa para hablar conmigo. Solamente quería apartarme de Jorge.
-¿Esa era la urgencia? -reí, sin poder creer que había caído en su trampa-. Además, ¿cómo iba saber dónde está Ruggero? Es tú amigo, no el mío.
Se encogió de hombros y se quedó pensativo, mirando algún punto de la pared detrás de mí.
Su actitud realmente me confundía. Era absurdo creer que había sentido celos de Jorge. Era imposible y patético.
-¿Algo más que tengas qué decirme? -pregunté, impaciente.
Se rascó la barbilla y no pude apartar la mirada de sus ojos cuando se encontraron con los míos.
-Por ahora no.
-¿Qué se supone que significa eso?
Logré apreciar la tonificación de sus brazos cuando los cruzó en su pecho.
-Significa que hay una probabilidad en el futuro de decirte algo más.
Rodeé los ojos y suspiré.
-Bien, ya que no hay nada de qué hablar, me voy -acomodé el lazo de la mochila en mi hombro y comencé a caminar.
-Espero que sueñes conmigo esta noche -sabía que no lo decía en serio, pero sí con la intención de hacerme sentir vulnerable.
Lo miré sobre mi hombro, y una ligera sonrisa se asomaba en sus labios.
-Y yo espero que la próxima vez tengas pensado una mejor excusa -y con eso, me sentí poderosa.
Salí del edificio y llegué al estacionamiento. Tuve una asquerosa y babeante escena de Michael con Karol cuando me acerqué a la camioneta. Apartaron sus bocas y ella se sonrojó mientras sonreía en modo de disculpa.
-¿Por qué tardaste tanto? -cuestionó Michael.
Inmediatamente mentí.
-Fui al baño.
En ese momento, Agustín pasó junto a nosotros y me sonrió justo antes de dirigirse a su Harley. Mis latidos dieron un salto y el pulso comenzó afectarme las neuronas.
-¿Qué diablos fue eso? -exigió Mike con extrañeza.
Abrí la puerta de la camioneta.
-Nada -alcé el hombro y me deslicé en el asiento trasero.
Escuché el ruido de su moto y me contuve a no mirar por dónde se alejaba. Karol subió al lado pasajero al mismo tiempo que mi hermano se puso a conducir.
-¿Estabas hablando con él? -sabía que no se quedaría tranquilo.
Dudé por unos segundos antes de responder.
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atracción mortal; aguslina
Fiksi RemajaLas apariencias engañan. Historia Adaptada. Todos los derechos reservados a su autora original @kendymadness