Capítulo 1

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—¡Souta! ¡Llegarás tarde!—Como ya era habitual en la casa de la familia Kabuchi durante los últimos cuatro años, se escuchaba como una voz femenina gritaba repetidas veces el mismo nombre con la intención de hacer que el otro habitante de la casa despertara.

Souta al escuchar a hermana mayor, quien era la que lo estaba llamando además de ser la responsable de los gritos finalmente logró que el muchacho se despertara, este se sentó en la orilla de la cama y comenzó a reflexionar sobre las "dulces" palabras que retumbaban en las murallas de la casa.

Las palabras que se escuchaban con la mejor de las intenciones y las cuales daban a entender que sus únicas intenciones era despertar a la otra persona que vive junto a la dueña de la voz, su hermano menor. Souta, el muchacho sabía a la perfección que la voz de que estaba llamándolo con tales específicas palabras, poseían una doble intención que se justifican con excusas.

Si el chico se pone a pensar sobre los hechos, comenzando con la hora en la que su hermana mayor lo estaba despertando, siendo ésta ya bastante tarde, no cabía duda que la intención de ella era darle una excusa. Respecto a experiencias anteriores el estudiante de preparatoria, sabe que tendrá que ignorar el desayuno y eso es justo lo que su hermana queria por el hecho de que no habrá desayuno alguno y así ahorrarse el problema con lo que respecta a este.

Sin más remedio Souta se levantó rápidamente para tomar una ducha y colocarse su uniforme escolar, una vez vestido, este se miró en el espejo y respirando profundamente se encaminó a la planta baja de la casa para llegar al lugar donde posiblemente esté la otra persona que habita la casa.

—¡Buenos días Souta! —Dijo una joven adulta que aparentemente se encontraba alrededor de los veinticinco años de edad, ella que tenía el cabello ondulado hasta el nivel de sus hombros, de un color castaño rubio y sus ojos verdes brillaban con simpatía mientras mostraba una sonrisa en su rostro.

—No hiciste el desayuno ¿verdad? —El muchacho a pesar de saber que la respuesta, hizo la pregunta de todos modos, con la única intención de ver cómo reaccionaría a su hermana.

—No hiciste el desayuno ¿verdad? —El muchacho a pesar de saber que la respuesta, hizo la pregunta de todos modos, con la única intención de ver cómo reaccionaría a su hermana

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—¿Cómo piensas eso? Además no tendrás tiempo de comerlo de cualquier manera—ella había comenzado a reír falsamente mientras continuaba sonriendo para evitar el tema.

—¿Enserio? Chifuyu, tú no tienes remedio, eres una inútil además de que me despertaste tarde a propósito para evitar el desayuno —El joven se vio claramente molesto ante eso, después de todo eso ya se había hecho rutinario en su vida.

Souta está consciente de que su hermana es despreocupada, pero ese rasgo de ella es el que le produce más molestia, por no decir que él solo está viviendo con ella debido a un accidente ocurrido hace cuatro años atrás.

Chifuyu en cambio no respondió a lo que su hermanito acababa de decir.

Simplemente ella se levantó y salió de la habitación por unos pocos minutos para luego volver a entrar con una mirada de seriedad. Se acercó a Souta y le tomó la mano para así poder entregarle un poco de dinero.

Mi Pequeña Hermana Mayor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora