Capítulo 94

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Souta dio un leve suspiro mientras un escasa brisa de viento golpeaba su rostro, era normal, la primavera estaba haciendo acto de presencia, y para aprovechar aún más el agradable clima acompañado de la fortuna de un día completamente libre de labores, y observó a las personas que lo rodeaban, tres de estas eran niños de diferentes edades, uno era un pequeño de tres años de cabello negro y corría detrás de una niña en sus seis o siete año con el cabello color cobre.

Para ser precisos ambos niños sólo estaban rodeando a la mayor de unos diez años, que ataba su cabello castaño con unas dos coletas.

El chico conocía a cada uno de esos niños.

Haru, el nuevo hermano pequeño de Rin, Akko una pequeña y extraña  huérfana que suele escaparse seguido para ir al departamento del chico y finalmente Aoi, con la que él suele pasar más tiempo por ser una de las habitantes de su hogar.

Souta al sonreír como los más pequeños de la junta se estaban divirtiendo, dedico a observar a las otras personas que provocaban aún más bullicio que los mismos niños

Ahí habían dos adolescentes más, una chica de cabello oscuro que parecía tener la misma edad del muchacho, esta se encontraba hablando con una chica menor, en sus catorce, de cabello hasta los hombros color chocolate.

Rin y Sora, esa eran la amiga y la novia del chico.

Souta suspiro y se echo hacia atrás para acostarse sobre el césped mientras colocaba sus manos en su nuca.

Él podría estar disfrutando plenamente del inicio de lo que serían unas leves vacaciones, el año escolar había llegado a su fin, y para este abrumado muchacho que en el último año de su vida había dado un enorme cambio, tanto en su persona como las que la rodean.

Este si se pone a recopilar lo sucedido y hacia una vista hacia atrás, de seguro que él hace un año estaría en su casa encerrado en su cuarto perdiendo el tiempo a la espera de algo para quejarse.

O más bien desquitarse con alguien.

Souta al recordar a esa persona cerro los ojos en busca de algo de paz.

Si, era cierto que en el último tiempo él ha conocido a unas nuevas personas, las cuales son las mismas que están ahora a su alrededor jugando en lo que parece ser un día de campo.

A pesar de todo eso, ella no está.

En la mente del chico, la imagen de una pequeña niña rubia había comenzado a hacer eco, junto a una sensación de pesadez.

Souta había abandonado a esa niña, el abandono a su hermana.

O más bien "hermanas"

Ahora la persona que era su hermana mayor, en su "interior" es en verdad dos personas, una energética niña que tiene el seudónimo... más bien, el nombre de Yun.

Y la que debería ser su verdadera hermana mayor, aunque si se piensa de mejor modo, solo era una especie de sombra a esa persona que fue en el pasado.

Ahora, sólo es una temerosa niña.

El chico al hacer memoria de eso, volvió a abrir los ojos y se dio un pequeño impulso para sentarse.

Él ya lo había decidido, él quiere que "ella" vuelva.

Entre los pensamientos de Souta, estos se vieron de interrumpidos de manera abrupta.

Al escuchar unos gritos, ya sean de niños, de adolescente o de incluso unos adultos.

Este desvío su interés a lo que estaba sucediendo o más bien en donde miraban todos.

Una de las niñas que lo acompañaban se acerco a la orilla de la calle persiguiendo una pelota de manera imprudente.

Souta se iba a levantar para ir en su ayuda, pero en ese entonces, este observó como Hotaru rápidamente había ido en su auxilio.

Akko al escuchar el sonido de la bocina de un camión, levantó legalmente la mirada mientras a su vez tomaba la pelota.

La niña trago saliva mientras sentía como un enorme terror había comenzado a invadirla evitando que pudiera reaccionar, esta solo cerró los ojos con fuerza para ver la llegada de su fin.

Pero eso nunca sucedió.

Hotaru rápidamente tomó a la niña mientras daba un paso atrás y caer al suelo mientras con la mente en blanco solo se limitó a observar como el camión pasaba frente a ellas.

Hotaru permaneció en el suelo mientras abrazaba a la niña que se veía en un estado de shock.

Akko bajo la vista un tanto temerosa al sentir como la chica mayor que la abrazaba temblaba y apoyaba su rostro contra su cuerpo.

Eso no debería ser de extrañar, después de todo, la visión del mundo de esta chica tiene incontables cambios al mezclar la ficción con la realidad

—¿Hota?

La niña trató de separarse de Hotaru, quien ya se veía completamente fuera de sí, esta al soltar a la niña coloco su manos sobre su cabeza como si sus pensamientos la estuvieran abrumando, una vez que Akko logró su objetivo, se levantó y sacudió su ropa para volver a ver a Hotaru que permanecía en el suelo sacumbida ante el temor.

La infante miro por unos segundos el cielo como si buscará una respuesta, esta miro como los demás chicos que la acompañan se estaba acercando a Hotaru, sin embargo, antes de que ellos llegarán, Akko posó su mano sobre el cabello de Hotaru y cerró los ojos.

— Lo siento —mencionó ella con leve suspiro, y volviendo a abrir los ojos.

Hotaru levantó la vista y aparto su manos de su cabeza mientras se notaba confundida.

—¿Akko, tu... que hiciste?

La niña nego con la cabeza y coloco uno de sus dedos sobre sus labios para luego sonreir.

Mi Pequeña Hermana Mayor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora