Capítulo 2

684 75 108
                                    

El muchacho continuaba mirando fijamente a la persona frente a él, pero aun así Souta no lograba creer lo que sucedía, después de todo no existía una manera posible de que alguien rejuvenezca, pero frente a sus ojos había una niña pequeña idéntica a su hermana mayor.

La infante de cabello rubio que se encontraba sentada sobre el muchacho, mientras que este aún continuaba inmóvil.

Souta movió lentamente sus labios para repetir lo que había dicho hace un par de minutos, con el propósito de comprobar los hechos, dado que  no era algo que pudiera creer en una primera instancia.

—¿Eres...Chifuyu...?— Con voz temblorosa Souta finalmente habló, este que se encontraba paralizado por el asombro además de estar acompañado de un sentimiento  de terror que se encontraba recorriendo  su cuerpo.

La niña sentada sobre él, la cual se encontraba vistiendo solamente lo que sería la parte superior de un pijama además de ser uno que no calzaba con el tamaño de la pequeña y daba la sensación que en cualquier momento se soltaría de su cuerpo.

La pequeña que continuaba mirando al joven mientras se encontraba sollozando, aun así ella asintió ante la pregunta planteada por Souta.

—Sí, lo soy—Al terminar esa frase; Chifuyu quien ahora no era nada más que una niña de  cuatro años cuyos sollozos se iba convirtiendo en un llanto que reflejaba el desborde de emociones que la estaba poseyendo en esos momentos.

Souta después de una corta reflexión  para así aceptar en parte el hecho de lo que estaba sucediendo.
El chico comenzó a mirar a Chifuyu con atención.

Nunca había visto así a su hermana y no era por el hecho de que ella ahora se veía como una niña de preescolar, si no que Souta nunca había visto a Chifuyu tan apenada al punto de echarse a llorar, este sabía que ella siempre tenía una sonrisa estúpida en su rostro y una alegre actitud, algo que ahora se ve completamente destrozado.

Pero lo que Souta veía frente a él sin duda era a su inútil y odiosa ''hermana mayor '' la que se encontraba llorando sin consuelo.

El joven que había dicho que sería mejor hermano mayor que ella, dado que este  cree que es mucho más maduro de lo que es Chifuyu; Souta trago saliva para así comenzar con su "nuevo" rol.

Primero que nada, Souta tenía que hacer que Chifuyu dejara de llorar ya que no importa cuanto llore, no se resolverá nada.

No importa como se ve a, en esta situación la más perjudicada  sigue siendo Chifuyu, el paso que conllevaba de ser una mujer de veinticinco años a volver a ser una niña de cuatro, debe ser un gran impacto emocional o también estaba la posibilidad de que los nuevos factores fisiológicos que iban junto a su nueva apariencia, por otro lado, se ve que ella aún conservaba sus ''recuerdos'' de su vida adulta pero no había certeza de cuál era su nueva perspectiva, sin mencionar que Chifuyu ahora, como cualquier niño que dejaba a la vista sus emociones.

Souta sin pensarlo mucho se balanceo hacia la niña para rodearla y  abrazarla, aun así esta continuó llorando por pocos minutos más en el pecho de su hermano.

—Souta… me lastimas —Cuando Chifuyu dijo eso, su hermano la separó de su cuerpo y pudo ver que como una sonrisa se pintaba en el rostro de la pequeña.

—¿Si... me crees?—Souta miro por unos segundos a Chifuyu para luego sonreír.

—Por supuesto que te creo y ahora más que nada, solo mi hermana pone esa estúpida sonrisa

A pesar de ese comentario por parte del chico, Chifuyu no se molestó al oírlo.
Souta sabía que a pesar de lo que estaba ocurriendo, ella era su odiosa y detestable hermana mayor.

Mi Pequeña Hermana Mayor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora