Capítulo 88

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Aoi observó el interior de la casa, un lugar sin muchas cosas y relativamente ordenando, algo curioso sabiendo que solo viven jóvenes en esta.

Pero aún así había algo que llamaba la atención entre todo lo que hay en la vivienda, es la condición de esta, oscura y desolado con cierto aire de pesimismo rodando

Ella sabía, el dueño de la casa no iba a volver en mucho rato, y su... madre,  Sora, había ido ha hacer unas compras.

La niña suspiro y miró en dirección a la puerta.

— Una experiencia con la soledad.

Aoi bajo la vista y camino hacia el sillón para tomar asiento y sentarse y tomo el control de la televisión para finalmente encenderla.

Aún así, no sirvió de mucho sabiendo que lo único de demostraba está no era nada más que estática.

Era normal que no tuvieran servicio de televisión, a la larga era un gasto que no tenían el lujo de darse dada las condiciones en las que se e encuentran.

La niña suspiró y apago el televisor para quedar nuevamente rodeada de la oscuridad.

Aoi se quedó un buen momento en el sillón de la sala abrazando sus rodilla con la mirada en blanco, hasta que unas lágrimas habían comenzado a caer para finalmente provocar que ella escondiera su rostro entre sus rodillas.

—Odio esto — con voz temblorosa, la pequeña dijo de manera clara su sentir, ella sabía que quizás allá sido su culpa de que no tenga a nadie para pedirle consejos, que ya no pueda ir a la escuela, que no pueda convivir con otros niños.

Ella era la responsable de su soledad.

Aoi se quedó un buen rato abrazando su cuerpo mientras intentaba aguantar las lágrimas.

Esta sintió como el ventanal de la sala estaba siendo golpeado de manera concecutiva, se limpio con la manga el rostro de lágrimas y con cierto temor, la niña se acercó al lugar y de manera cautelosa abrió la cortina. Al momento de vera causa de los golpes, esta relajo los hombros con alivio. No era nada o nadie malo, aún así era algo para sorprenderse

— ¡¿Akko?!

Aoi no dudo en abrirle a la infante a quien tuvo que ayudar a sacarle los zapatos para que esta comenzará a corretear por la casa.

Esa escena le pareció cierta nostalgia, en verdad la soledad se había vuelto recurrente en su vida desde que se había ido Yun.

La niña suspiro y se acerco a la pequeña de cabello colorino.

—¿Te volviste a escapar? — Aoi se agacho para quedar a la altura de la niña y verle lo que está debía tener colgando en el cuello, pero esta vez  no fue como la pasada.

El collar que sujetaba la identificación de la niña se encontraba cortada.

Aoi por un momento se asusto pero cuando le iba a preguntar a la niña una explicación esta se veía sonriente más bien presumía que ya no tenia esa tarjeta colgando, como si su plan había salido perfecto y así no regresaría a su "casa"

Aoi al percatarse de eso soltó una risa ye toco la mollera a la menor para acariciarla.

—Lo pensante demasiado bien.

Akko asintió ante eso e infló en pecho mientras se daba un pequeño golpe en este para presumir grandeza.

Aoi ya sabía que la niña no hablaba o al menos era una rareza que está lo hiciera, aún así no era difícil descifrar lo que pasaba por su cabeza.

—¿Vienes a jugar?

Akko bajo la vista y negó con la cabeza.

— Buscar a Hota— La pequeña niña habla de manera extraña, y no era por problemas de pronunciación, más bien es como si le costará formular las oraciones o usar conectores de manera correcta.

Aún con todo eso era completamente entendible lo que está quería decir.

—¿Te refieres a Hotaru? ¿Porqué? — De manera curiosa Aoi consultó a la niña que había comenzado a tomar sus ropas.

— Akko debe cumplir... promesa.

La mayor de las niñas trago saliva y bajo los hombros con cierta pena, Akko no la buscaba a ella, solo quería llegar con Hotaru pero no sabia como y por eso volvió a venir a la casa.

La menor asintió y  para la sorpresa de Aoi, esta le tomo la mano.

—Ayuda.




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