Capítulo 100

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Souta había aceptado el ofrecimiento del joven adulto, él sería quien "acabará" con la personalidad invasora.

Este observó a la niña que estaba sentada en el sillón, normalmente esa niña estaría activa y corriendo. Así era Yun después de todo.

Pero ahora ella se ve incapaz de hacer movimientos a su libertad, por no decir que a duras penas camina.

Souta se tocó la parte del pecho y le dio un beso en la frente a la pequeña niña.

-Papá...quie'o estár contigo... - Yun mencionó eso mientras el chico se le quedó mirando con tristeza.

-Yo también.

La pequeña niña sonrió y en un pequeño lapso de tiempo, esta se había desmayado.

Al momento de recuperar la conciencia, Chifuyu observó con cierto odio al chico hasta que vio lo apenado que se encontraba, Souta se limpio las lágrimas y de manera serena habló.

-¿Chifuyu, me dejarías se tu hermano otra vez?

La pequeña niña lo miro extrañada y bajo la vista para señalar que este me tomará la mano

- siempre lo fui...

-Gracias - El chico me sonrió y le dio un vaso a la niña, esta logró notar que la mano del muchacho estaba tiritando, ella tomó el vaso y luego observó como Souta apenado le entregó lo que sería un medicamento.

Chifuyu miro dudosa a Souta, pero este ya había recuperado la compostura o eso dio a entender.

La niña finalmente tomó el medicamento para caer dormida en unas horas después.

A mañana siguiente el panorama se veía completamente distinto, Sora al ver como dos niñas pequeñas pequeñas rubias que estaban jugando entre unas sábanas y almohadas sentadas, al igual que Souta se quedó estupefacta y en busca de respuesta observó al muchacho que de manera lenta negó con la cabeza. Al no comprender la situación

-¿Es una broma verdad? - Era cierto que no había mucho que pudiera ya sorprender a Souta, ya lo sobrenatural de alguna forma se había vuelto algo de su vida, aún así este no podía evitar asombrarse

Ambos adolescentes se miraron entre sí por unos segundos, sin decir ninguna palabra ambos ya habían entendido lo que el otro tenía para decir, era claro que las cosas no podían quedarse así, y con lo que respectaba a las niñas, cada uno decidido tomar a una de las niñas para ir a la sala de la casa.

-A por fin... - Aoi no pudo terminar sus palabras, esta solo se limitó a observar como ambos adolescentes, cada uno colocaba a la pequeña que iba cargando sobre el sofá de la sala.

Souta, Sora y Aoi tragaron saliva y veían cómo las pequeñas no reaccionaba muy sorprendidas a lo que acababa de suceder, más bien, estas solo se limitaban a imitar a la otra como si fuera un juego de espejo y luego se ponían a reír.

-¿Tienes alguna idea? - Souta con una voz temblorosa, se dirigió a Sora quien tenía lo brazos cruzados y trataba de analizar la situación.

Aoi primero observó a los dos mayores y luego miro a las pequeñas que ya no se veían nada contentas.

- ¿Por qué no comienzan con lo básico? -Cuando Aoi menciono eso, Sora y Souta la miraron confundidos.

- Sus nombres - La niña mayor respondió como si fuera lo más obvio del mundo y se sentó al lado de las más pequeñas mientras levantaba la mano y apuntaba a Souta.

- Primero... tu hermana ya contaba contaba con un problema además de ser una niña... -

El muchacho asintió levemente y se rasco la cabeza.

En ese momento una de las niñas miro su mano algo dudosa, como si hubiera recuperado un sentido perdido y de una forma un tanto energética levantó la mano para llamar la atención de los otros miembros de la casa.

-Yun- La pequeña sonrió con confianza y observó como los otros asienten levemente y miraban a la otra persona a su lado.

Esta era idéntica a la otra niña , sin embargo, algo en sus ojos era distintivo, como si tuviera otro brillo, además de tener un cabello en forma de antena. Por no decir que se veía más tímida que la primera o apenada, de igual forma levanto la mano.

-Chi... fuyu.

Sora al escuchar eso dio un suspiro de alivio y volteo a ver a Souta quien también se veia más tranquila.

Se podría decir que ha sucedido algo fuera de lo científicamente comprobable, más bien daba M sensación de que otro deseo se había cumplido.

Sora sonrió levemente y volvió a ver a las infantes de manera detallada, esta se veía cada vez más confundía mientras la miraba, incluso de hincó para ser más fácil su vista.

Las niñas se tomaron de la mano e inmediatamente, había encontrado algo nuevo con que jugar, más que sus propias manos y chocarlas contra la otra.

La chica al ver eso suspiro y se volvió a incorporar.

-Me lo he estado cuestionando o es que la vista me engaña... pero... ¿no les queda algo grande la ropa?.

Chifuyu bajó la vista, eso le llamó la atención, era algo que en que no se había fijado, o más bien notado, ella de por sí estaba acostumbrada a ser una infante.

Pero efectivamente para su mayor desgracia algo había cambiado.

Esta abrió ligeramente la boca ante la sorpresa e inmediatamente comenzó a observar su propio cuerpo.

Yun al notar el pánico en su otra mitad hizo mismo.

Ambas niñas al darse cuenta o más bien en caer en la cuenta de lo que había pasado con su apariencia física más allá que eran dos, miraron con terror hacia Souta mientras sus ojos se ponían vidriosos.

-Sota...

-Papá...

El chico como las otras dos ya se habían percatado.

Esas dos niñas ya no tenían cuatro años.

Sería correcto, efectivamente, ellas se dividieron, su doble personalidad había desaparecido a cada una tener un "cuerpo" pero no había sido lo más temible, ni se podría decir que era una mala noticia, era extremadamente lo que necesitaban.

Pero el nuevo problema fue que el número cuatro se dividió en dos.

Cada una estaba alrededor de los tiernos dos años de edad.

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