Capítulo 92

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Sora bajo su vista a la pequeña niña que se encontraba sentada sobre su regazo.

La niña veía pacientemente el mismo libro que la mayor estaba intentando leer.

Yun se acerco al libro, difinitivamente no era un libro infantil por no decir que ella tampoco se lo estaba leyendo, la pequeña solo se sentó en el regazo de la chica mientras ella estaba inversa en la lectura.

—¿Sora no va a lee más?

— No, supongo que es suficiente.

Yun mostró un rostro algo disilucionado y trató de abrir el libro nuevamente para comenzar a señalar unas cuantas letras.

— E'ta es la A... E'ta M... I.. G y... —

Sora se quedo por un momento estupefacta escuchando como la infante solo reconocía las letras, sin embargo, ella se detuvo al intentar recodar la última.

— ¡A-M-I-G-O! — Esta agrego luego de unos segundos con orgullo.

— ¡¿Yun puedes leer?!

La pequeña inclino la cabeza confundída al no comprender el término y mirando el libro.

—Leíste...

La pequeña niña se quedó mirando el  libró y luego volvió a ver a Sora sin comprender a lo que se refería.

—¿Eso es lee'?

La chica asintió lentamente mientras la pequeña sonreia ante su nuevo logro.

Esta se levantó d regazo de la mayor y tomó el libro a su vez para ir corriendo donde estaba su "papá"

El chico al notar la presencia de una infantil figura dejó de lado su celular para centrar su atención a la orgullosa niña que se notaba por su expresión y energía que quería presumir.

—Papa, Yun sabe lee' — En eso la pequeña niña coloco el libro en el suelo y lo abrió para también sentarse y colocando su dedo sobre una de las líneas esta empezó a leer por sílabas como lo haría cualquier niño que aún estuviera aprendiendo a leer.

Souta le sonrió y comenzó a señala unas cuantas palabras del libro para que la niña las repitiera.

— Eres increíble Yun — Souta le acaricio el cabello a la pequeña en forma de alago.

Yun sonrió y dio pequeños saltos de adelante y atrás.

La pequeña niña se levantó y dejó su último entretenimiento de lado.

Souta se quedó observando como esta de manera alegre se iba a jugar con la otra niña que había en la casa.

Aoi observó a Yun y como están iba y traia uno que otros juguetes. Para finalmente comenzar a enseñarlos e indicar que ambas jugarán con ellos.

— ¿Te lamentas?

Souta miro a Sora que había pasado por su lado y encaminado a la cocina.

Este algon confundido volvió a ver la pantalla en negro de su móvil y se dedico a escuchar como las dos niñas que estaban en su casa se divertían, este se volvió a sentar en la silla y apoyo su cabeza sobre la mesa.

—Quizás... si sea verdad— El chico murmuró y cerró por un momento hasta ser interrumpido por una extraña voz

Al abrir los ojos, Souta dio un pequeño sobre salto al ver el rostro de un oso de felpa.

Yun movió el oso de un lado a otro tratando de simular una voz para fingir que era el juguete el que hablaba.

Esta finalmente bajo a su amigo, Kuma y miro los ojos de su hermano.

— Papá, Gracias por cuidar a Kuma.

Souta trago saliva y volvió a bajar la vista al no saber como reaccionar.

Era cierto que la niña cuando se fue de su "vida" lo único que dejó de recuerdo fue al oso y una nota.

Souta desbloqueo su móvil y observó por un momento el fondo de pantalla.

Una foto de esa nota, un dibujo con crayones de colores, que simulaban ser dos personas.

Una niña y un chico.

Souta sonrió y se levantó para acercarse donde estaba su "familia"

Ya había llegado la hora, había llegado el nuevo tutor de la pequeña niña, el día había acabado.

Aun así, una vez que el chico abrió la puerta vio a un hombre cansado, que se notaba que se había apresurado para llegar.

El chico se mordió el labio inferior. Y sintió como su hermanita se había apoyado en su pierna para  intentar salir e ir donde estaba el adulto.

Souta en primera instancia solo fue una corta conversación y más que nada agradecimiento.

— Una última pregunta... ¿No le ensañaste a Yun a leer?

Hiroshi tomó a la niña y la coloco sobre sus hombros — No le he enseñado.

Souta bajo la vista y coloco una expresión un tanto cuestionable.

—Debo suponer que si puede.

—Sí.

Hiroshi observó a la niña, la cual  había comenzado a jalarle unos mechones de cabello.

— ¡Chifu! — Hiroshi trataba de defenderse de la pequeña niña mientras solo le jalaba el cabello sin decir una palabra y un tanto inquieta.

Souta levantó levemente a la infante que solía ser su hermana mayor y mostró un rostro un tanto melancolico.  En cambio ella sólo ignoro hasta por fin lograr tener la atención de Hiroshi.

—¿Por que ella puede y yo no...?

Mi Pequeña Hermana Mayor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora