¿Qué pasaría si...?

Cap.21. "Habitacion"

—Ahg...— se me dificulta un poco abrir los ojos por la luz. Me enderezo. Mierda, mi espalda. — ¿Qué pasa?

Yo no tengo sueño... el sueño me tiene a mí.

—Te quedaste dormida. Mueve tu trasero para la silla del copiloto. Yo manejo — me quita el cinturón.— Tú duerme.

Cambiamos de puesto, ella se acomoda para poder manejar bien. Nos colocamos el cinturón. Yo por mi lado, reclino la silla. Me quedo profunda de nuevo.

(...)

Maldita luz, me fastidia demasiado. Abro los ojos, pero me arrepiento de inmediato. El sol me ciega por completo. Abro los ojos lentamente.

—La bella durmiente despertó — dice con diversión en su voz.

—Cállate...— mi voz está adormilada. Una risa se me escapa.

Me incorporo. Acomodo la silla estirándome con demasiada pereza y trueno mis dedos . Miro mi celular, al ver varios mensajes de él, creo que mi cara fue muy evidente, ya que Sam me mira por un segundo. No me esperaba un mensaje de esta persona.

Kian...

Miro el mensaje sin desbloquear el celular.

Kian🐺: Hola, pequeña. Ya te estoy extrañando.

Sonrío de inmediato. Miro la ventanilla para que Sam no se de cuenta.

—Me encanta lo que te causa Kian — la miro sonriendo.

—¿Cuanto falta para llegar? — le cambio de tema. Ella sonríe.

—Buena estrategia para cambiar de tema, Parker — ruedo los ojos con diversión. — Faltan seis horas, siguiendo este ritmo.

—Pensé que faltaba menos.

—No dormiste casi y roncas, niña —la miro con los ojos entrecerrados.

—Yo no ronco — me cruzo de brazos. — Tú si roncas.

—Okay, ganaste, sé que ronco — se rinde. — Tengo una pregunta — la miro esperando a que hable. — ¿Donde nos hospedaremos? Para ayudarte a pagar el hotel...— la interrumpo.

—No te preocupes por eso — le aseguro y ella asiente.

Seguimos nuestro camino, en silencio, hablando, cantando, comiendo, riendo. Me he dado cuenta que somos muy parecidas en algunas cosas. Pero ella es más loca que yo,  es muy hiperactiva y todo lo dice.

—Bienvenida a Miami...— entusiasmo al mil. Ella ríe al ver mi felicidad.

—Bienvenida a Miami — dice de la misma manera, pero más calmada.

Busco el GPS de Mini, suerte que lo tiene incorporado. Coloco el nombre del hotel de mi padre. Le doy "ir". Llegamos rápido. La cara de Sam me da mucha gracia al ver la infraestructura del hotel. Doy un suspiro mirando la entrada, con tantos recuerdos de viajes con mi familia.

—Wow, Zoey, ¿segura que no necesitas ayuda para pagar la habitación de este hotel? Se ve costoso— se baja del carro, asombrada, reprochando con la mirada.

Me bajo del Mini y la miro por encima de el techo convertible de éste. Mueve sus labios diciendo "Parker Klein Hotels". Me causa DEMASIADA gracia su rostro, la expresión que tiene. Ella es demasiado expresiva. Me mira ladeando la cabeza, algo confusa. Abre la la broca para decir algo, pero se queda callada. Sacude la cabeza con diversión.

—Señoritas...— dice la voz de alguien a mis espaldas. Volteo de inmediato dejándome ver a el botones. Aclaró que es muy guapo. — Buenas noches, bienvenidas a Parker Klein Hotele's, la mejor cadena de hoteles del mundo. ¿Tienen reserva o van ha averiguar?