Cap.26. Está muriendo.

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—Ajá, cariños — saca algo de la nevera.— Me voy a cazar, bye.

La vemos salir de la cocina, con mucha energía. Oliver y yo nos miramos, para luego reír.

—Tu amiga es muy divertida — besa mi cuello.

—¿Por qué crees que es mi mejor amiga? — le pregunto.

Entierra sus colmillos en mi cuello, ya esto se volvió costumbre.



POV.Zoey.

Después de ver esa escena de mi mejor amiga con su novio, me dirijo al bosque con Natasha y Kian. Corro veloz para poder alcanzarlos, sonrío sintiendo el viento en mi rostro, me encanta esta sensación. Los veo a pocos metros y dejo de correr. Natasha está sentada en un tronco caído que está a un metro del piso y Kian juega con una ardilla recostado a un árbol cerca de ella.

—¿Crees en los fantasmas? — pregunta Nat, cuando llego.

—Si, pero cuando era humana les tenía miedo. Creía que alguien iba a salir por mi armario — arrugo la nariz llegando a los brazos de él, me da un beso en la coronilla y Nat sonríe.— Hola, Nats.

—Hola, Zoey — da un salto apoyando las manos en el tronco, para caminar a lo profundo del bosque, nosotros la seguimos.— ¿Y tú, Kian?

—Si, creo en ellos, pero no les tengo miedo ¿por qué? — nudillos empieza a caminar de para atrás, mirándonos a las dos.

—Curiosidad — ella se encoge de hombros.— Otra pregunta — su mirada va perdida en los árboles.

—Pregunta — contesto.

—Si uno de sus amigos, no importa quien... no sé, le gusta una persona de su mismo sexo, ¿le dejarían de hablar? — esa pregunta nos detiene en seco, ella nos mira asustada.— Sólo pregunto, nada más.

—¿Tú eres...? — Kian entrecierra los ojos.

—¡No! no, para nada, sólo... que... ya, si, es que eso, n...no sé que decirles, pero yo no — mira al cielo, como si pudiera ayuda.

—Por mi parte, créeme que me pondría feliz por ti, o bueno, el amigo que sea gay, normal, es como si preguntaras si rechazaríamos a alguien por ser hetero — digo alzando la mano y empezando a caminar de nuevo, siguiendo nuestro camino.

—Yo tampoco — habla Kian.— Pero me causa curiosidad tú pregunta, Nat... ¿acaso tienes dudas con tu sexualidad? — ambas lo miramos, pero luego me centro en ella.

—No, claro que no, ya les dije que estoy bien y no tengo problemas con eso. Sólo son preguntas — devuelvo mi mirada al piso.

—¿Entonces quien es, Nat? — empiezo a rebuscar en su mente quien puede ser.— Recuerda que puedo leer mentes... puedo saber qué tramas — traga en seco.

(Que idiota soy).

Ya estoy dentro de su mente. No pienso meterme a tal punto de saber quien es, no es problema de Nat, ni asunto de ella sacar del closet a alguien más.

—Oh, Zoey, vamos... no tramo nada — voltea a mirar para otro lado.

(Ardillas, piensa en ardillas, ardillas)

—Las ardillas no funcionan... ya dinos — ella abre los ojos y me mira, le sonrío para que pueda confiar.

—Está bien... pero ella es la que les tiene que contar a ustedes, no yo.

Se aparta de nosotros, cambiando de rumbo, nos detenemos al ver que se esconde detrás de un árbol. Kian y yo nos miramos sin entender lo qué trama. Está hablando con alguien, no me entremeteré en su conversación. Miro que jala a la persona jala del brazo hasta que logra sacarla de su escondite.

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora