¿Qué pasaría si...?

Cap.31. Navidad.

En estos momentos estamos en la cocina, repartiéndonos las labores. A Kat le tocaron los platos, a Zoey el piso y a mí los mesones. Zoey de la nada pasa a la nevera, sacando un pedazo de carne.

—¿Por qué carne? ¿y no sangre? — le pregunto a mi mejor amiga.

—Últimamente he estado muy rara ¿sabes? Solo carne...— le da un mordisco.— Pero eso tiene una explicación, me estoy convirtiendo en un puto constrigor.

Katara y yo pasamos saliva.

—¿Que dijiste? — fruncimos el ceño, ya que ella está muy normal.

—Constrigor — nos vuelve a responder.

—¿Por qué tan normal, Zoey? — pregunta Katara y niega sin entender.

—¿Por qué? — nos mira a ambas.— Porque sé que lograré controlarlo... pero he tenido visiones y.

—No son visiones, en realidad estás viajando al futuro o al pasado — dice Kian y la abraza por la cintura.

—O sea que todo es real...— murmura.

—Si...— le da un beso en el cuello.— Pero no sé si es parte de tu transformación a pura o que.

—Ojalá sea eso...— dice Zoey y mira el piso.— Voy a la habitación, sube en media hora — le da un leve beso en la boca a Kian y sale de la cocina.

—¡Eres un maldito! — entra mi novio cabreado empujando a Kian.

—Tú novia me dio permiso — Kian se excusa conmigo señalándome.— Ella me dijo que te podía despertar.

—¿Qué le hiciste, Kian? — me cruzo de brazos.

—Nada...— responde y se rasca la nuca riendo levemente.

—El infeliz me engrudó crema de afeitar en la cara — arruga la nariz enojado.

—Ok, amor... apártate de Kian, déjalo y ven a mí — él mira a Kian con cara de pocos amigos y se aparta de su amigo, acercándose a mi.

—Te amo...— me besa.

Yo río entre el beso al escuchar los aplausos de los dos hermanos.

—Que romántico — dice Kat quitándose una lagrima falsa.

—Lo se, hermanita, lo sé — se abrazan los dos.

—Bésame y déjalos que hablen — la sonrisa de él no tiene precio.

Amo a este chico.

POV.ZOEY.

Tocan la puerta.

—Siga...— digo en un hilo de voz.

Después de que Kian me dijo eso no sé que hacer, no sé a quien contarle sobre esto, o si tragarme este secreto. Después que se entere no me la perdonará.

—Pequeña... ¿qué pasa? — se sienta en el piso a mi lado, recostándose a la pared.

—Kian...— suspiro pesada.— Quiero contarte... pero no le digas a nadie — volteo a verlo a los ojos.

—Prometido...— coloca su mano mi cara y acaricia con el dorso de su pulgar mi mejilla, haciéndome cerrar los ojos.

—¿Por la garrita? — abro los ojos y le muestro mi mano, haciendo un grafio con mi dedo meñique. Él voltea a ver mi mano sonriendo.

—Por la garrita — transforma a su lado lobo, haciendo que su mano quede muy grande y con garras de verdad. Cruzamos nuestros dedos meñiques, él aprovecha y me jala hacia su pecho, me quedo mirando sus ojos, por debajo de mis pestañas.—Cuando un lobo promete algo, siempre lo cumplirá, así todos me hagan daño, así todos me ofrezcan cosas, lograré salir sin decir nada, el lobo aúlla a la luna y le tiene respeto al sol, todo lo que te prometa, lo cumpliré con honor — me da un beso terminando su dialogo.