POV.Nat.
Miro para todos lados sin poder dormir, la angustia me invade, al pensar que Alice no recuperará la memoria, me pone mal. Y el mentirle a Zoey también me pone mal. Mantener tantos secretos, me hace creer que todavía soy mala persona.
Pero ya no.
Ellos... son como la familia que nunca tuve. Y...
Oigo la puerta sonar con tres golpes leves. Camino hacia ella abrazándome a mi misma. Al abrirla es muy grata mi sorpresa, es Aron, con un ramo de rosas y un oso panda de peluche.
—Hola, amor — lo saludo.
—Nat, ¿cómo estás, cariño? — me mira a los ojos, y evitar la electricidad que transmite al hacer eso es errónea.
—Bien — le doy un beso en sus lindos labios.— ¿Y tu?
—Muy bien — otro beso.— ¿Cómo sigue Alice?
—Rachel ha intentado de todo para que pueda recordar algo — niego mirando por encima de su hombro. — Sabe quienes somos porque se lo dijimos, pero no nos recuerda... Rai es muy buena doctora, lo logrará.
Él me mira el rostro, paseando sus ojos en los míos y mis labios. Sonríe un poco.
—Traje esto para ti — me pasa el ramo de rosas. — Y esto es para Alice — me da el peluche.
—Gracias...— le doy otro beso. — Le diré que tú se lo trajiste. Y por cierto, a ella le gustan los pandas.
—Entonces le atiné a sus gustos — acaricia mi mejilla izquierda y con su pulgar acaricia mis labios.
—Si...— ladeo la cabeza en dirección a su mano. — Gracias por las rosas.
—Siempre es un gusto consentir a mi princesa — me da otro beso.
—Oye, Aron... ¿quieres ir al hotel más cercano? — pregunto avergonzada.— Quiero despejarme de esto por un rato...
—Claro, en la mañana te traeré de vuelta — acomoda mi cabello. — Deja eso dentro y vamos.
—Okay.
POV.Zoey.
Nat no ha venido desde hace dos meses, y se me hace muy raro que no esté aquí.
—Oye, ¿no se te hace rara la ausencia de Nat en este lugar? — le cuestiono al chico que tengo en frente.
—Si — se acomoda a mi lado.— Pero yo creo que tiene que estar ocupada, ¿no?
—Si, y creo que tiene que vivir su vida también, no todo el tiempo tiene que estar con nosotros — opino.
—Zoey, Aluna está celosa porque estoy a tu lado — la señala. — Ni que te estuviera tocando.
—Cálmate, Aluna — acuario su cabeza.— Luka no hace nada malo, solo está sentado a mi lado... es todo.
—Te compraré juguetes si quieres, Aluna — se encoge de hombros.
—Él es cool — desacomodo su cabello como si estuviera acariciando a Aluna.
—Oye, no soy un perro — musita.
—Todos los hombres los son.
—¿Qué? — arquea una ceja mirándome.
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¿Qué pasaría si...?
Hombres LoboDos amigas alocadas, con un sueño en sus mentes, graduarse, terminar la preparatoria. Son las hijas de los empresarios más ricos de los estados unidos. Alice y Zoey. Inseparables. Pero sus vidas les dará un giro inesperado al conocer secretos, y do...