Cap.1."Compras"

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Mi nombre es Zoey Parker klein, tengo 17 años y estudio en el instituto carrington. Una chica normal... bueno ni tan normal, soy la hija del empresario Josué Parker blanco, el más prestigioso y millonario, dueño de los hoteles "Parker Klein Hotels" y dueño de "The Parker corporation" Lo sé, suena una como estúpidez, pero no lo es, tengo que estar con guardaespaldas todo el día, excepto cuando es día de chicas. Mi mejor amiga, Alice de la familia Houston Hatwey y yo nos vamos de "compras". O eso le digo a mi papá para que me dejen ir sin los gorilas. Si no digo eso, tengo que estar con ellos todo el día.

Voy llegando a la casa de 𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞. Al parecer sus padres no están, que gusto. Sus papás son muy amigos de los míos, si llegan a saber que no fuimos de compras nos castigan a las dos por estar sin los gorilas, muy ilógico, ¿no?

Conozco a Alice desde los cuatro años, es muy loca, tiene ojos tan oscuros que casi no se nota su pupila y una melena de cabello negro azabache, al igual que sus ojos. Es la más guapa de instituto, a mi parecer, es muy guapa.

Estaciono el coche en el parqueadero de los Houston, ya que me sé la contraseña para entrar a este. Me bajo con mi bolso, cierro la puerta del carro con cuidado, dirigiéndome al la entrada principal. Tocó el timbre de la gran casa, miro para todos lados, veo las cámaras de vigilancia, saco la lengua a una de estas.

Escucho unos zapatos que suenan en cada paso que da, abre la puerta la chica de servicio, se llama Gloria, es muy divertida.

—Buenas tardes, Señorita Parker, ¿cómo está? — su mirada irradia alegría.

Por suerte ella está de nuestro lado y no le dice nada a nuestros padres.

—Buenas tardes, Gloria, bien y ¿usted? Ya te he dicho que no me digas "señorita" solo dime Zoey — la miro con diversión

—Perdón, señorita... — hace una pausa.— Perdón, Zoey — ambas reímos a la vez. — Siga, Zoey, la señorita Houston la espera arriba en la habitación de juegos.

Se escucha que alguien baja las escaleras, Gloria y yo miramos a la vez y es mi amiga del alma

—Gloria, yo también te he dicho que no me digas "señorita" solo Alice, cuando están mis padres si dime "señorita" — la mira con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Alice! ¿Cómo estás, pequeña estúpida?

—¡Zoey! Muy bien ahora que te veo, querida amiga — me está hablando muy formal y eso asusta, ya que no están sus padres. Me doy cuenta de que su abuela está atrás.

Trágame tierra y escúpeme en otro planeta. Dios, que estúpida soy.

—Señora Ferrari, ¿cómo está? — saludó a la señora y esta me mira fría.

Eso me pasa por no mirar.

—Zoey, que gusto verte — cambia su expresión, mi alma vuelve al cuerpo. Ufff que susto tan terrible, pensé que le había molestado, pero no. Esa señora es muy elegante al igual que su hijo, el papá de Alice. — Te asusté, ¿no es cierto? — ¿fue tan obvio?

—Si, señora Ferrari, me asusté mucho —Alice mira la escena con diversión, maldita.

—Tranquila, Zoey, tú sabes que conmigo puedes decir cosas así — pausa y me mira, esa mirada es muy graciosa. — Yo también era así hasta que me case con el abuelo de Alice — respira profundo. — Y ahora me toca estar presentable porqué mi hijo es empresario, jejeje.

La señora Ferrari es relajada, es decente cuando lo tiene que ser, es igual que mi mejor amiga y yo.

—Sigan con sus locuras. Si sus papás llaman a la casa, yo contesto y les digo que están de "compras" — hace comillas con las dedos y a todas nos causa mucha gracia. — Eso si, no me hagan quedar mal.

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora