Cap.67. Milagro viviente.

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POV.Alice.

—¡Ya estamos llegando, Kian! — le aviso entre gritos.— ¡Falta poco!

Vamos lo más rápido posible. Veo la casa abandonada, en medio de los árboles. Activo mis instintos vampiros y un disparo nos detiene un poco. Analizo todo, se escuchó cerca, y si no estoy mal proviene de la casa que tenemos a unos metros. Kian corre con más potencia, para llegar rápido a aquel lugar. Nos bajamos y los primeros que dice mis instinto, es que abra la primera puerta entrando a la mala, pero la razón es más viable, me dice que entre con todos, despacio para no armar un escándalo y que alguien salga herido.

Mi respiración empieza a agitarse y mis manos a temblar, ¿que habrá sido ese disparo? ¿Zoey está bien? ¿Por qué nadie gritó?

—Hay un hechizo, no deja oír lo que hablan dentro de este lugar — susurra Arlet.

—¿Eres capaz de quitarlo? — le pregunto con la misma tonalidad de voz.

—Si... dos minutos, pero trataré de hacerlo rápido — agacha la cabeza, extendiendo sus manos hacia la casa.

Dice unas palabras extrañas, que sólo entenderá ella... o los hechiceros, no lo sé. Miro para todos lados, como si alguien pudiera ayudarnos, o al menos ayudarme a pasar este mal rato. La chica de cabello blanco levanta la cabeza, y agudizo el oído, suponiendo que ya podemos saber qué sucede dentro.

Solo se escuchan pasos, susurros, pero no conozco las voces. Victoria nos hace señas, indicando que podemos avanzar. Ella va en la cabeza del grupo, luego Kian, Arlet, Emily, Nat, yo y por último va Sam. Caminamos sin hacer ruido, hasta la puerta trasera. Veo como el cuerpo de Kian y Victoria se deformar, con su figuras hombre y mujer lobo. Sam, Nat y yo activamos nuestros sentidos vampiricos, mientras Arlet se mantiene con la mirada muy fría y asesina que eriza la piel. Sus ojos tienen una peculiaridad de cambiar de color, a uno más gris cuando está alterada.

Abrimos la puerta, y en posición de batalla todos, no creo que esta escena sea real. Miro para todos lados y sí, si es real. Trago en seco, mientras ella me sonríe.

—Madre...— susurro sin aliento alguno.

—Wow, me impresionas, Alice — habla, estremeciéndome.— No creí que todavía me dijeras así.

—La costumbre — replico.

—Sabía que iban a venir — camina sin miedo alguno.— Pero no lo esperé tan pronto. Mi plan consistía en; sacarle los bebés a Zoey, matarla y huir, con el tiempo estimado de su demora. Pero son rápidos... los subestimé.

—¡¿Donde está Zoey?! — pregunta Kian al notar que ella está quemando tiempo.

—En una sala de cirugía — contesta encogiéndose de hombros.— No hay que interrumpir el nacimiento.

—Está detrás de esa puerta — dice Sam señalándola.

—Muy bien, Samantha — aplaude sarcásticamente Rouse.— Pero muy tarde.

Dos disparos se escuchan dentro de la casa. Victoria cae de rodillas, volviendo a su estado humano. Una chica de piel morena sale con su arma, apuntándonos. Sam sostiene a su pareja, evitando que se debilite, pero le dió en una pierna y en el pecho, cerca al corazón.

—Levántate, Vick — le dice Sam a Victoria, la chica de los tatuajes vota sangre por su boca y asiente, hace fuerza y logra levantarse.

—Veo que encontraste a tu Kuriti — dice la morena elevando las cejas.— Y es una mujer... que asqueroso — con velocidad sobre humana, me dirijo donde está ella. Pero un fuerte dolor en la cabeza me detiene dejándome en el piso. Un hombre diciendo cosas sale por la misma puerta.— También estoy preparada.

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora