¿Qué pasaría si...?

Cap.44. No quieor ser parte de esto.

Lo más delicioso de un día oscuro, es estar en la cama sin que nadie te levante. Y más si este día es tu cumpleaños. Hoy la cama y Aluna son mi fiel compañía.

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS! — se escuchan los gritos de Luka, entrando por a mi habitación.

—Te dije que no quería nada — me tapo la cara con una almohada.

—Demalitas, niñita quejumbrosa, hoy es tu cumpleaños y tienes al menos que aplastar tu perfecto rostro en el pastel — logra sacarme una sonrisa por la manera en la que está hablando.

—Eres muy odioso — me incorporo en la cama con seriedad.

Está sentado en lo orilla con un desayuno sorpresa y una sonrisa.

—Sé... sé que querías pasar tu cumpleaños  número dieciocho con Kian — hace una pausa mirando una esquina de la cama.— Pero esto es lo que puedo hacer y...— se encoge de hombros. —Feliz cumpleaños.

—Gracias... gracias y gracias — intento no llorar.

Él sonríe de nuevo al ver que estoy conteniendo las lagrimas, y eso hace que no pueda y suelte todas la lagrimas que guardan mis ojos.

Lo abrazo con inmenso cariño. Luka tiene razón. Quiero o quería pasar este día con Kian.

Con Alice.

Sam.

Todos.

—Llegué un poco tarde — la voz de Nat interrumpe el silencio. — Oh, perdón.

Nosotros nos dejamos de abrazar y una risa se me escapa en medio de las lagrimas.

La cara de Nat es lo más tierno del mundo. Se acerca a mí con los brazos abiertos, para hundirme en un amistoso abrazo lleno de alegría.

—Según dicen... "las personas que cumplen años no deben llorar en un día tan especial" — digo y me separo de ella limpiando las gotas en mis mejillas con el dorso de mi muñeca. — Pero esas palabras me valen verga en estos momentos, ¿saben?

—Nadie puede decirte que hacer cuando tus emisiones te están ganando, Zoey, sobre todo si es tristeza o melancolía (son las que te hacen un nudo en la garganta)— Nat posa su mano en mi hombro.

—Lo sé — otra risa nostálgica se me escapa.

—Y las emociones es lo único que nos hace sentir vivos — dice Luka encogiéndose de hombros.

—Exacto — Nat concuerda con él. — Creí que esa cosa que llamabas cerebro lo tenías de decoración, Lukis.

—Crií qui isi cisi qui llimibis cilibri li tiníis di diciriciín — hace muecas chistosas.

Todos reímos por sus ocurrencias. Me cuesta creer que mis padres no vendrán para mi cumpleaños. Es demasiado.

Así me hayan arruinado mi vida, son mis padres y los respeto mucho.

También les quiero hacer una pregunta. Una que ronda mi mente todas las benditas noches.

¿Que hicieron con mi carro y mis cosas?

POV.Alice.

Hoy es el cumpleaños de Zoey. Y me da impotencia no poder estar con ella, ni enviarle un mensaje de texto.

Desde pequeñas habíamos planeado un viaje para nuestro decimonoveno cumpleaños. Habíamos dicho que si alguna tenia novio, no lo llevaríamos. Pero que si las dos teníamos, era invitados.

En estos momentos tengo un trozo de hielo en mi ojo. Gracias a Dios la boda se canceló.

La chica que estaba encargada de todo, vino para el vestido. Y claro que dijo que ella no iba a permitir que alguien se case con el ojo morado.