¿Qué pasaría si...?

Cap.5. Danos buenas noticias.

Ella se sienta frente al piano, mientras nosotros esperamos ancianos. Presiona una tecla probando sonido. Suspira, al igual que yo y empieza a tocar. Con tan solo escuchar la melodía, sé que canción es.

—Hello, it's me, I was wondering if after all these years you'd like to meet — empieza a cantar "hello" de Adele, con demasiado sentimiento.— To go over everything. They say that time's supposed to heal ya. But I ain't done much healing. Hello, can you hear me — todos cantamos a todo pulmón con ella.— I'm in California dreaming about who we used to be. When we were younger and free
I've forgotten how it felt before the world fell at our feet.

Termina de cantar, aplaudimos, gritamos, silbamos, como si fuera un concierto de Ariana Grande. Y así pasamos el karaoke, cantando y riéndonos. Pasar tiempo con esta familia es muy agradable. Erick entra pidiendo permiso.

—Buenas noches — saluda.— Señorita Parker, es hora de irnos.

—Está bien, Erick — me levanto de mi silla y me despido de todos.

—Hija, ¿te quieres quedar en la casa de Zoey? — pregunta Mark de la nada, eso no me lo esperaba.

—¿En serio? ¿Tú me estás diciendo que me quede? — me mira asombrada.— Si insistes.

Sale corriendo al segundo piso en busca de su ropa. Se demora diez minutos y baja con una mochila. Nuevamente me despido de todos, pero esta vez con Alice. Me subo en el carro de mi padre y ella en su mini, creo que mañana tiene que hacer unas cosas así que por eso se lo llevará. Erick se hace en la mitad de los dos autos.

—Tengan cuidado — nos sonríe y solo asentimos. Él sabe lo que vamos a hacer ya que Alice puso su carro a mi lado mientras seguimos andando.

—Te ganaré — le vocalizo, porque sé que no me escucha. Alice me muestra el dedo de el medio, echando reversa lo más veloz.

Maldigo en mi interior, encendido a Pablo. Hago lo mismo que ella, veo que me lleva ventaja, ya abrió el portón y salió. Al llegar a la calle, acelero a fondo, haciendo rugir su hermoso motor. Con una sonrisa en mis labios, le voy pisando los talones. A esta hora, por la parte de Nueva York que vivimos, es solo. Hay una parte donde el "stop" es muy en serio, frenamos y ambas quedamos a la par.

—¡Para ser un carro tan pequeño, pero tiene un potencial gigante! — admito entre gritos.

—¡Igual que yo..!

—¡Pero una moto les gana, chicas! — grita Erick, pasando por el medio de nuestros vehículos, en la BMW. Reímos y aceleramos.

Llegamos a mi casa, como si nada hubiera pasado. Erick solo nos sonríe y sigue su camino, para hacer el reporte, de que ya llegó. Subo al cuarto de mis padres, mientras Alice se coloca la pijama en el mío. Entro y veo que mi papá está abrazando a mi madre por la cintura, muy dormido, mientras ella ve el programa de las Kardashian.

—Hola, mami — susurro entrado a su alcoba.

—Me gusta que llegues a la hora que te digo, Hija...— me abraza cuando llego a su cama.

—Si señora — le doy un beso en la frente.— Mamá, Alice se quedará esta noche.

—Ok, está bien — asiente con su cara de dormida.

—Hola... — se escucha un susurro que proviene de la puerta.

Alice entra en puntas saludando a mi mamá.

—Mi vida, ¿cómo estás? — mi mamá siempre a tenido ese extraño comportamiento con Alice, como si también fuera su hija. Pero nunca le he prestado atención.