Capítulo 41: Debajo de mil estrellas.

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June:

Iban casi cuatro meses después de todo ese alboroto y las cosas volvían a su total normalidad. El colegio estaba terminando y esa noche era el baile de fin de año por el cual April y Victoria estaban más que emocionadas por ir.

Will no se separaba de mí más que para ir al baño o par a ir a su casa a dormir, porque luego pasábamos todo el día juntos. Mamá dejó por fin de tener problemas con nuestra nueva relación y papá tampoco se mostraba muy interesado (sólo con algunos comentarios excesivos) ya que sabían que él me cuidaría ante todo.

Y hablando de relaciones...Logan y Victoria son mucho peores que nosotros, creo que se pasan desde días hasta noches juntos y demostrando sus afectos babosos, lo cual me parece asqueroso. Cody y April prefieren gusrdarse todo eso en la intimidad y me parecía absolutamente correcto, nadie tenía por qué enterarse de que andaban con sus lenguas atravesando sus gargantas enteras. En realidad, después de clases y en los recreos no podían aguantar y se iban a una esquina del patio. Sí, aunque sé que Cody es más que una buena persona, los tengo bien vigilados.

De Axel no supe mucho más que lo justo y necesario, como el que lo mandaron nuevamente a su país y no saldría de prisión en mucho tiempo. Y de Hannah y Alexia no quería ni enterarme porque se me alteraba el pulso, hasta tenía pesadillas por las noches en las cuales no encontraba a los brazos fuertes y seguros de los cuales era dueña desde hace unos meses. Mis padres aunque nos liberaron de sus prohibiciones extremas, no me dejarán compartir cama con William por mucho tiempo, pero no es como si vaya a pedir mucho más de lo que tengo.

Hay una personita que me gustaría nombrar antes de seguir, y esa es Britany. Aunque no lo crean y después de tantas problemas y especulaciones que había causado, me ofreció que habláramos para luego pedirme disculpas de rodillas, que no la demandara y que si hiciera falta, hasta se cambiaría de ciudad para que no me retractara. Aún así, aunque le dije que no me importaba si se quedaba o iba, terminó haciendo eso y preferí dejarla.

Un mes después de nuestra salida del hospital y luego de que cada familia hiciera una celebración por su respectivo hijo, Will me invitó a pasar un fin de semana en una casa a orillas de una playa que se encontraba a unas cuantas horas de nuestra ciudad y que era de su propiedad. Después de miles de millones de preguntas y ruegos para que me dejaran, él mismo se presentó en mi casa para pedirle el permiso a mis padres y prometiéndoles que nada iba a sucederme, que iba a cuidarme como si fuese su propia vida y que volvería intacta a casa. En el momento en que dijo todo eso se veía tan serio que daba miedo, en realidad, me alegraba que así fuera porque eso me decía que se preocupaba por mí y quería que mis padres lo aceptaran.

Pensé que no me dejarían, pero Will fue bastante convincente y pasé el mejor fin de semana que jamás pude haber soñado. Fuimos a la fiesta de un amigo suyo, recorrimos la ciudad y luego intenté broncearme bajo los rayos del sol, pero como soy más blanca que el propio color en sí, sólo pude ponerme colorada. Pasamos horas y horas abrazados en la arena y no recuerdo que haya nadado tanto en toda mi vida.

Él me hacía feliz, me llevaba siempre a comer nuestra típica tarta de manzanas a esa plaza inolvidable, o me llevaba casi todos los sábados a un restaurante o cine, o veíamos una película tirados en su sillón cuando no había nadie en su casa y comprábamos un kilo de helado de chocolate. Una vez cada tanto íbamos a una fiesta y la última que recuerdo ahora es la de Sally Withy, la nueva amiga de April.

No me tengo que olvidar de contarles que tengo trabajo ya que mi madre me ofreció trabajar tres horas los lunes y jueves en la florería que por suerte se volvió famosa por los últimos eventos que hubo. A eventos me refiero a mí y a mí casi muerte, "gracias" a eso mucha gente venía comprarle flores a mamá y cuando se dieron cuenta de que no eran tan caras como parecían y que eran buenas, se convirtieron en clientes.

No le digas a mamá [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora