Capítulo 22: ¿Qué quieren de mí?

108 19 27
                                    

June:

Sentí que montones de pies pasaban y saltaban sobre mi cuerpo, no podía abrir los ojos, ni moverme, así que cuando sentí unas manos tocar mis hombros, fue la gloria totalmente. Pensé que era Parrishmane, pero sus manos no eran tan largas y flacuchas, así que supuse que mi salvador no era él y cuando el dueño de esas manos comenzó a correr arrastrando mi cuerpo por el piso, afirmé que ese no era Will.

La música se escuchaba igual de fuerte, las personas seguían gritando y riendo como si nada pasara...¿¡QUÉ NO VEN QUE ESTÁN ARRASTRANDO A ALGUIEN POR EL SUELO!?

-¡Aaahh, Will!

-¡June! -de fondo se escuchaban los gritos de Williams, pero cuando quise responderle otra vez, mi garganta no pudo siquiera reproducir un gemido.

El sujeto al que no podía identificar, seguía arrastrándome hasta que mi cabeza chocó contra algo muy duro: Una roca. Y lo último que sentí fue mi cuerpo recorriendo los pastizales secos del campo y siendo llevada a...ni siquiera Dios sabe dónde.
❄❄❄

Mis ojos se abrieron de repente, observé con detalle cada cosa que se encontraba a mi alrededor. Estaba en una habitación a oscuras, una luz roja tenue iluminándome, no habían puertas, no había ventanas, no hay salida. Me encuentro atada a una silla de madera, amordazada y con los ojos tan hinchados que apenas puedo ver, las cadenas que atadas están a mis pies y manos me hacen retorcer de dolor, tanto que puede que dentro de poco caiga de la silla.

Llevaba el vestido puesto, pero no la chaqueta, y el cuerpo me pica gracias a la transpiración y el pasto que atravesé cuando el tipo me trajo aquí. Demonios, odio que el cuerpo me pique y no poder rascarme, es la peor tortura del mundo. ¿Y este hombre es tan flácido que no pudo traerme como una bolsa de papas? ¡Oh, dios, si vas a secuestrarme, hazlo de un método ortodoxo!

No seas estúpida, como si el secuestrar a alguien sea algo rutinario.

Oh, y allí está mi querida conciencia...Hola, ¿cómo estás?

Definitivamente, te han drogado.

Te pondré un nombre, será...Robert...aunque tienes voz de chica así que no creo...

Concéntrate, tenemos que salir de aquí y con vida. Piensa...quién quería secuestrarte y por qué.

...

Bien pensaré yo ya que no tienes las condiciones suficientes para hacerlo. Okey: Estabas en una fiesta, Will bailaba contigo, de repente una especie de humo sale por no sé dónde, todos siguen igual, menos tú que por alguna razón caíste al suelo y alguien te arrastró hasta este lugar...¿¡Pero quién pudo ser!? ¿Quién te odia? ¿Quién estaba en la fiesta? ¡Recuerda! ¿Por qué querrían atacarte?

-¡Oh...veo que la princesa que se mete siempre en problemas despertó de su largo sueño! -dijo una voz gruesa, pero no podía ser la de un ser humano, tiene que estar usando un simulador ¿Qué tal bella durmiente?

Un sujeto alto y flaco bajó desde una escalera que pendía del techo hasta mí. Llevaba puesto un pasamontañas y un par de guantes negros. Me sacó el pañuelo que tenía en la boca de un tirón.

-¿Por qué usar un simulador de voz? -pregunté -Eso significa que te conozco y que por eso no quieres que te descubra -asimilé.

Veía todo borroso y cuando apenas noté la navaja en su bolsillo, mis ojos comenzaron a lagrimear.

-Mi cliente me dijo que tenga cuidado contigo, que eres muy inteligente y que con tus monólogos podrías sacarme información muy valiosa o podrías manipularme, pero eso no pasará, cariño, no pasará. Y no...no me conoces, oculto mi voz por si luego nos encontramos en circunstancias diferentes.

No le digas a mamá [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora