ENTRE MIS GARRAS

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Los labios recorren su cuello mientras unas manos bajan su pantalón y boxers al tirar del elástico. La humeda lengua pasa por la oreja para terminar en su boca e iniciar una danza con la suya.
Sus piernas tiemblan, siente como su miembro se despierta y su ano cosquillea.
El aroma a café y madera se vuelve más fuerte, sus brazos rodean el cuello del felino. Tanto él como su compañero comienzan a ronronear, el mayor se deshace de la ropa que cubre su desnudez para comenzar a frotar su pene con la del Omega con la ayuda de su mano.

- ah! Mmmgh!- su espalda se estremece ante la sensación del rose.- extraño...- dice con pequeñas lágrimas, el azabache sonríe, lame la palma de la otra mano dejándola empapada.- mmm?! Aaah!- hace círculos en los glandes de ambos. A los dos minutos se corren.

- ah ah aah- gime tratando de respirar bien y toma al menor para darle vuelta. Este no puede moverse bien ante esa sensación, lo dejo estupefacto por un ratito, tiempo que aprovechara el Alpha para preparar al menor.
Posa las manos en las cremosas nalgas del adolescente y revisa la entrada. Está húmeda y de un brillante rosado por su lubricante.- (Silva) lindo- frota uno de sus dedos en el flujo y masajea el anillo de carne, al minuto lo mete.

- Aaah...que estás...?- hace movimientos en círculo, al minuto ve que se acostumbro y mete otro.- AAAH Espe... Mmmgh!- dilata el ano imitando con los dedos a las tijeras.- due... Ah!.. ah!...umg!- se escucha un lascivo sonido y el azabache lo toma como señal para introducir el tercero- aaaah! Reborn...- la cabeza del castaño está hundido en las sensaciones que le provoca el Alpha. Esas falanges que se entierran en su entrada simulación penetraciones lo dejan extasiado- ah! Re...ah!... Mas...mma.. ahí!- el felino mayor sonrie al encontrar ese punto. Ve que ese anillo está listo para él, retirando los dedos. El león mira confundido al morocho, ve como lame el dedo medio cubierto con el lubricante natural.

- mmm, dulce...- dice con una voz grave y erótica. El Omega se estremece, da un pequeño gemido y se sonroja. Hunde su cara en la almohada para cubrir su cara de vergüenza. Siente cómo el hitman lo abrasa por la espalda, este lo besa en el hombro y le habla al oído- te amo Tsuna- un torpe suspiro escapa de sus labios. A los segundos siente que algo duro y caliente se frota entre sus nalgas.- voy a entrar- el adolescente hace un movimiento para asentir y el mayor prosigue. La cabeza del falo se acomoda y entra de a poco para que el menor se valla acostumbrado a su tamaño. Al hijo de los Sawada le costaba llenar sus pulmones con el vital oxígeno, ese hombre era enorme, pero extrañamente no le desagrada esa intromisión en su ser. De a poco logra respirar de nuevo y el placer lo invade. Siente como el azabache tiembla y sus dedos se agarran fuertemente a el.

- re...born ¿que pasa?- pregunta al ojinegro que respira entrecortado en su cuello.

- trato de... Mhg no mover..me como un... Aah...- dice entrecortado con notable intento de mantener el control- Tsunnaaa... aprietas mucho...ah.. ah.. ah... ¿Puedo?- pregunta suplicante. El menor con pena hace un movimiento con la cadera sacando un poco el pene de el para introducirlo de vuelta. Un cálido aliento recorre en su hombro izquierdo- Aaah... delicioso- las manos se afirman en las caderas del menor y la levanta quedando en cuatro - te haré ver las estrellas gatito- dice lamiéndose los labios e iniciando las penetraciones.

Gemidos, chapoteo, ronroneos, besos y el aroma de sudor inunda ese cuarto. Los amantes cambian de posición para verse frente a frente. Las piernas del Omega se aferran a la cintura del ojinegro mientras esté entra y sale sin parar del menor. De a poco un par de colas, orejas y unos felinos ojos aparecen en ellos.
El pardo siente que eyaculará pronto y toma al más joven para sentarlo de espalda sobre el. Toma la cola del ojicaramelo y frota la punta.