ENTRE MIS GARRAS

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Mi vida se tornó con más colores desde que lo vi por primera ves en la secundaria...

Hayato, aquella vez que posé mi vista en vos te ví tan hermoso y arisco, con sólo una mirada me robaste el aliento. Tu carácter me complicó acercarme un poco a el pero con paciencia, perseverancia y... bueno un poco (bastante) ayuda de Tsuna y Nana logre que me dejarás pasar tus grandes barreras.

Algunos dirían que lo más difícil fueron las trabas de tu pappa, jajajaja no tienen idea. Sin duda lo más difícil fue tu desconfianza hacia mi casta, no te culpo. Se que desde que naciste te cruzaste con muchos desgraciados y tu atractivo no te ayudó a alejarlos.

Recuerdo que antes de que tus padres te llevarán con ellos eras como una tímida ostra... sólo te abrías, brillabas y mostrabas esa preciosa sonrisa con sinceridad cuando estaban ellos, después te cerrabas y gruñías a todos.

Admito que les tenía celos pero también estoy eternamente agradecido, fue gracias a tus padres que hoy estamos juntos, felices comenzando nuestra propia familia con G.

¿Me creerías si dijera que fue Reborn quien más me ayudó a conquistarte?. No, ¿verdad?.

Se que te quejas que el es muy celoso, sobreprotector y muchas cosas más. Pero el te conoció desde mucho antes que llegarás a Japón y te vio en tus días más rotos.
Desde que le pedí permiso para cortejarte me analizó de izquierda a derecha, arriba y abajo. Me entrenó y preparó por unos años hasta que hizo de las suyas para que estemos juntos, claro, sin abandonar el papel de suegro sádico, el cual desempeña muy a gusto parece.

¿No te pusiste a pensar el porque soy el menos afectado en las tortu... ejem... tutorias?. Mientras a Dino, Byakuran y Enma siguen de examen, vos y yo estamos prácticamente casados con una casa y un niño.

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Hoy los cachorritos están en la casa de Takeshi y Hayato.
La pareja prueban la convivencia del pequeño G con las otras crías que están en la manada de la Vongola.

El leopardo mira algo nervioso a su sobrino, desea que el pelirosa sea feliz con ellos.
No quiere que esa herida que le produjo Bianchi al niño siga abierta, así que va a seguir lo que hizo su mamma con él. Lo va a llenar del calor de su extraña familia. Iniciando con lo más leve y dulce, los más jóvenes.

- creí que llamarías a Tsuna- la golondrina abraza a su pareja desde la espada mientras mira contento al pequeño felino interactuar con sus cuñaditos.

-quería hacerlo pero si el viene, pappa también lo hará y todavía está ofendido "por hacerlo abuelo a tan temprana edad"- se ríe, aún recuerda del melodrama que hizo cuando aparecieron en la oficina con G dormido en brazos. Esa pose de diva espantada, con la mano en el pecho y todo.

Obvio el león quedó encantado con el pequeño, Reborn lo fulminaba con la mirada. Cuándo explicaron quiénes eran sus padres y como terminó con ellos el berrinche fue amainando bastante... Aún asi no desapareció, ya que cuándo el melanino ofreció que ellos lo criarán con los trillizos Hayato se negó de inmediato alegando que , con pena, su animal ya lo había adoptado.
Desde entonces Reborn está trastabillando de que sus bebés están criando bebés, que Mukuro fue obligado por la lagartija psicótica a ser madre de Fran y de Deamon. Tsuna acotó que Deamon no es cachorro de ellos, solo estará bajo su cuidado hasta que el primo de su hijo regrese de su viaje y Reborn respondió que la cartera parlante está demaciado contento con el pichón venenoso y que seguro va a mandar a matar a ese primo para quedarse con su tutela.
Y para romper aún más su corazón ahora su pequeño Hayato adoptó a un mini él, el cuál es un enano hermoso igual que su también hermoso hijo, pero él no le dió permiso a crecer tan de prisa entre otras cosas más.