ENTRE MIS GARRAS

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Vongola X:-
Ciao, me llamo Tomás Dupont, quinto heredero de la familia "Castello".
Deseo tener la mano de su precioso hijo Mukuro. Si su esposo desea hacer un intercambio de intereses, por favor que contacte con mi padre para arreglar la valía del joven.

Muchas gracias

Tomás Dupont
Castello V

Los padres ven la carta con un 'tic' en la ceja.
El capo cuenta hasta doce y suspira, mira a su esposo, posa su mano en la mejilla de este y le da un beso en la otra.

-amore, no es la primera y lamentablemente tampoco la última.- el mayor bufa- pero por suerte están cuidando más las palabras en las propuestas, ahora se refieren a los chicos como personas y no como objetos.- dice el castaño.

- aún así los tratan como mercancía de intercambio y ¿que mierda quiere decir con valía?- gruñe enojado- mis hijos son invaluables, este pendejo no tendrá un cabello de Mukuro ni de ningúno de mis cachorros- el ojicaramelo sonrie- ¿por que esa sonrisa?- pregunta.

- a pesar de que canses un poco a los chicos con esa protección, a mí me gusta. Tienen suerte de tener a un pappa que los ame así - el ojinegro desvía la cara, un pequeño sonrojo aparece en sus mejillas.

- cla...claro que la tienen, soy yo después de todo.- dice sin mirarlo y el adolescente se ríe.

- claramente, muy afortunados- se para y lo abraza por la espalda- ¿respondes vos o lo hago yo?- el sol se va media vuelta, toma el rostro del japones y lo besa.

- lo hago yo, soy docente y debo impartir unas clases de respeto a ciertos jefecitos- el león niega sin borrar la curva de su boca.

- no los mates, ese chico lo aprendió de sus padres, no es toda su culpa.- el de traje negro lo observa y asiente. El más bajo rodea el cuello del italiano y posa sus labios en los del otro. Sus ojos están cerrados para sentir mejor todo el tacto y sabor de su pareja.

- me voy ahora, así llegó para la cena- el capo asiente y le da otro beso- cuida de los cachorros - toma el sobre y la carta, lo guarda en su bolsillo, el inseparable camaleón sube a la fédora y es acompañado por el menor hasta la puerta- chaos Tsuna- besa por última vez a su esposo y siente como unas manos le aprietan su trasero dejando algo sorprendido al azabache.

- ciao y buena suerte amore♥- dice con una sonrisa pícara y se va a su oficina. El Hitman se ríe por esa acción y va al garaje, su chico sabe cómo cambiar su ánimo.

Entra en un Maserati guibli negro, se pone el cinturón, lo prende y pone música. Ve la hora, son las 10:24 de la mañana. Se deberá ir a la Toscana, así que tomara un vuelo hasta allí. Se va a un aeropuerto, mando un mensaje a uno de los pilotos de la familia para que esté listo el avión.
Conduce unos cuantos minutos hasta el lugar y estacióna el vehículo en un lugar reservado para el. Va al baúl, saca un bolso mediano y un portafolios, se dirige al avión donde lo esperan para despegar.

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Unas horas antes, un ilusionista está en un jardín, el rocio y el aroma de las flores crean un ambiente relajante.
Una colchoneta azul está en el piso, el joven está recostado en este, el viste una remera apretada blanca y unos leggins negros, en su brazo un brazalete de tela guarda su celular y unos auriculares en sus orejas donde se escucha una música tranquila lo despega del mundo.
En un ágil movimiento de cadera, sus piernas se elevan y la mitad de su espalda toca el suelo, en un poco más de agilidad y su cabeza, codo y manos mantienen el peso de todo el cuerpo.
El peli índigo todas las mañanas práctica yoga, le ayuda con las ilusiones y con su salud.
Está tan inmerso en su actividad y música que no se dió cuenta de su espectador.
Un peli blanco se quedó la noche anterior en la mansión Cavallone y al despertar vio en la ventana a su amado iniciar su rutina con la pose del árbol.
Bajo para observar mejor al Omega y aprecia la vista, el heterocromático está como quiere, ese pantalón le queda grandioso y esa remera... Como quisiera ser esas telas en ese momento.
Se lleva un malvavisco a la boca y ve como esa figura se estira felinamente, en un movimiento la niebla ve un cuerpo, se asusta y ve al oji amatista. Se quita los auriculares.- Kufufufu... Byakuran, ¿hace mucho que estás viendo?- pregunta y el mayor piensa.