sweet creature ; jarry stirlwall ✔✔

#2 "Disaster"

Jade

¿Príncipe azul? Perrie definitivamente quiere fastidiarme y lo logró con creces.

—Él no es mi príncipe azul –continúo comiendo mis waffles.

—Pero sueñas con él –come de su tartaleta manchándose el contorno de la boca.

—Eso no lo convierte en mi príncipe, Pezz –intento parecer divertida por su ocurrencia.

—Y si no es tu príncipe ¿Por qué razón admitiste estar enamorada de él? –alza una ceja mientras me mira.

—Perrie ¿Podrías dejar pasar esa situación? –ya estoy aburrida de eso—. Solo olvídalo.

—Pero Jadey...–intenta persuadirme cuando un muchacho choca con ella.

—Oh, lo lamento –la sostiene de los brazos—. ¿Te hice daño? –Perrie voltea a mirarlo seria.

—No, por suerte –responde mi rubia amiga de mala gana.

—¿Por qué estás enojada ahora? –el muchacho de linda sonrisa y ojos azules la observa. Solo a ella.

—Porque no te quiero cerca, Louis –le da la espalda y se deshace del agarre del chico.

—No entiendo por qué.

—Vete, Louis.

—Cariño...

—¡No me llames cariño! –se molesta mi amiga y me sorprendo.

—De acuerdo –el chico de encoge de hombros y se aleja para luego ir a hablar con Jimmy no sin antes guiñarme el ojo y darme una sonrisa.

—¿Quién es él? –indago con curiosidad.

—Un muchacho al que conocí el otro día –explica no de muy buen humor.

—No pareces muy feliz con que se haya acercado.

—No lo estoy, es un idiota –deja de lado su tartaleta. Se ha molestado pues ha perdido el apetito.

—¿Por qué? –no puedo evitar fruncir el ceño.

—¿Recuerdas cuando me pediste que olvidara lo de tu sueño y tu príncipe azul? –asiento en afirmación—. Lo olvidaré, si tú olvidas todo esto.

—Pero...

—Jade, ya basta.

—Si sigues siendo tan malhumorada te vas a arrugar y dejarás de ser la hermosa chica que eres hoy –murmura el chico antes de irse a quien sabe donde.

—Me parece que le gustas –comento.

—Ya me cansé de esto –Perrie se levanta de la silla y camina en la misma dirección en la que fue el chico que reconozco como Louis, sigo con la mirada sus movimientos, mi amiga y él intercambian unas palabras antes de ver que mi amiga ha derramado un vaso de agua sobre él y sonriendo con satisfacción vuelve hasta donde estábamos—. La cuenta, por favor –dice como si nada mientras todos nos miran.

—Perrie...

—No quiero un sermón –me anula con la mano y volteo a ver al muchacho quien no parece muy molesto con la acción de mi amiga, pero hay algo más, algo que no anda bien.

Todos nos miran, bueno a Perrie. Pero logro identificar unos ojos que resaltan por encima de todos los demás, aquellos que he mirado a escondidas durante un tiempo y por primera vez me están viendo a mí.

—Cariño, ya es hora –escucho un eco en mi cabeza y logro volver a mi conciencia cuando él ha dejado de mirarme.

¿Qué fue todo eso?