sweet creature ; jarry stirlwall ✔✔

#10 "Nightmare Come True"

Jade

¿Por qué se fue? ¿Acaso le molestó que estuviesemos aquí? Perrie al igual que yo luce desconcertada, pero no nos quedamos ahí luego de que él se fue pues Alice nos arrastró a su habitación y me percato que el lugar donde estábamos no es donde debimos estar.

—Voy por mis cosas –anuncio a mis Perrie y Alice.

—¿Puedes traer las mías? –habla Pezz y solo asiento con la cabeza antes de ir en busca de mis  pertenencias.

Al entrar en la habitación, recopilo todo lo que debo llevarme, es decir, las cosas de Perrie y las mías, pero no puedo evitar la tentación al ver los estantes casi vacíos, con unos cuantos libros.

—Solo será un vistazo –me acerco lentamente al uno de los libros.

Matemáticas. Aburrido.

Al abrirlo lo primero que encuentro son las iniciales de su dueño HS, también veo un montón de numerosas ecuaciones, cada una de ellas resuelta, de acuerdo a las iniciales asumo que se trata de Harry, no sé su apellido pero aún así siento que se trata de él, tiene muchos libros entre ellos física y química además de matemáticas, me doy el tiempo de revisar cada uno de ellos y para ser sincera no es como que entienda mucho al respecto, pero aun así sigo dando un vistazo.

Entre uno de sus libros encuentro una fotografía en donde está él, además de un chica y una pareja que asumo, son sus padres y ella su hermana, luce feliz pues su sonrisa es radiante y sus ojos brillan tanto que ya no son solo un par de ojos verdes, son los ojos verdes más lindos que he visto.

Detrás de la fotografía hay algo escrito. Antes de que todo se fuera a la mierda.

  —No deberías estar aquí –alguien detrás de mí habla y ya estoy pensando en mi discurso en caso de que sea Harry, gracias al cielo al voltear solo me encuentro con Jimmy.

—Lo sé –devuelvo la fotografía y los libros a su lugar—. Lo siento.

—¿Qué hacías revisando las cosas de Harry?  –se apoya en el marco de la puerta.

—No sabía que esta era su habitación –me encojo de hombros—. No...no le digas que estuve aquí, puede molestarse de que una extraña haya entrado en su habitación.

—Está bien, no le diré –me da una sonrisa—. Pero hablaremos de otra cosa.

—Claro.

—¿Porqué tienes moretones en los brazos? –no sé que decir y él lo sabe—. ¿Es tu padre?

—No –devuelvo todo a su lugar para recoger lo que en un principio debí tomar e irme.

—Entonces es tu madre...

—No quiero hablar de esto, Jimmy...

—¿Hace cuánto tiempo que sucede esto? –frunce el ceño.

—Solo fue un asalto –me aproximo hacia la puerta pero Jimmy me detiene.

—No tienes que mentirme –me mira directo a los ojos buscando de seguro algún signo que le indique que estoy mintiendo.