sweet creature ; jarry stirlwall ✔✔

#28 "Promise"

Jade

Voy a perder la cabeza.

Liam me desordenó la cabeza con su confesión y con lo de trabajar con su mamá. 

Gwen me arruinó el día con su presencia y soberbia acompañada de la desagradable Alyssa.

Leigh vino a alivianarme la carga con su ayuda.

—Acabo de enviarte los archivos al correo, revisa que no haya nada fuera de lugar por favor –digo dejando de lado mi computadora.

—Yo lo haré, Jadey –dice Leigh—. No te preocupes.

—No sabes lo mucho que te agradezco todo esto, Leigh –suspiro—. Ha sido un día no muy bueno.

—¿Quieres hablar de eso? –su voz suena calmada y más que confiable.

—¿Tienes tiempo?

—Fuiste la única persona agradable conmigo en mi primer día de trabajo, claramente tengo todo el tiempo que quieras –me hace reír.

—Eres muy tierna.

—Gracias –agudiza su voz y me queda dando vueltas en la cabeza lo que dijo sobre que fui la única en ser agradable con ella en su primer día.

La vi hablando con Liam y él suele ser agradable. Esto está muy raro.

—Entonces, háblame de tu día –dice cuando me acuesto en la cama mirando hacia el techo.

—Para iniciar, estoy estresada con todo lo relacionado con el desfile...

—Créeme, no eres la única –se ríe—. Hoy en la sala de costuras todos corrían como un grupo de gallinas, el señor Tomlinson hace llamadas todo el día, los modelos están en constantes pruebas, ha sido una semana difícil para todos, excepto uno.

—¿Quién es ese uno? –me siento confundida, yo he visto a todos más que preocupados de cada detalle.

—El engreído ese con el que trabajas, se la pasa mirándote y siendo desagradable con el resto...

—Dos cosas, yo no lo he visto mirándome y segundo, Liam no es esa clase de chico, tal vez sólo tuvo un mal día.

—Si tuvo un mal día no tiene que desquitarse conmigo –se queja.

—Entonces crees que es personal...

—Dudo que sea personal, no tiene motivos para odiarme –dice molesta.

—¿Y si le gustas? –es opción.

—Claro que no, no nos conocemos y siento que no conectamos bien bajo ningún criterio...como el agua y el aceite.

—Uf, Leigh –bufo—. No lo sé, él también es resposable de mi estrés.

—¿Te está gritando? –suena muy protectora.

—No, nada de eso –me río—. Solo me dijo que su mamá quiere trabajar conmigo, quien por cierto es bastante famosa pero está en Nueva York.

—Wow, eso suena bastante prometedor.

—Lo sé y me gusta la idea, pues soy feliz haciendo lo que hago...

—Dime que no hay un pero.

—Hay un pero...

—¿Cuál es el pero?

—El amor de mi vida –suspiro.