¿Qué podria salir mal...? [Pausada]

Capítulo XXIX.

Sí o si.

Los rayos del sol se colaban por la ventana, con un gruñido molesto la mayor se cubrió el rostro con la almohada e intentó volver a dormir pero como si esta quemara la lanzó mientras se sienta de golpe en la cama, mirando como loca todos lados hasta llego a tallarse los ojos creyendo que estaba soñando, pero lo descarto al ver que el lugar donde estaba era su habitación; tuvo un pequeño miedo creyendo que alguien entró a su departamento o algún fantasma la arrastro todo tipo de cosas locas en su mente, sin embargo como estas vinieron se fueron al recordar los innumerables momentos que caminaba sonámbula. Se dejó caer en la cama, dispuesta a volver a dormir un poco más por la pura pereza de no querer hacer nada y logró conciliar el sueño de nueva cuenta. Mientras el pequeño gatito ocupó la almohada abandonada en el piso, como una cama donde dormir.

Solo pasaron unos tres horas antes de que por obligación se tuvo que levantar An, entre maldiciones y quejas por escuchar "Trouble" de P¡nk que era su tono de llamada del celular. Atendió la llamada con molestia, al notar que era Raitzi la que interrumpió su sueño y después de un par de palabras intercambiadas gruño antes de lanzar el aparato a los pies de la cama y con suerte no cayó del mueble, se levanto y decidió arreglarse de una buena vez.

Solo habían pasado 30 minutos de la llamada y el haberse arreglado, solo le quedaba secarse el cabello hasta que escucho el sonido del timbre de su departamento, fue a la puerta aún secándose el pelo con una toalla abrió la puerta creyendo que era Raitzi y dijo:

   —Por un demonio Barbie, no pudiste esperar a que fuera a tu casa para...-no finalizó su regaño a la persona que ella en un principio creyó que era, su mirada se ensanchó de la sorpresa. No sabía qué decir, su mente quedo en blanco aún procesando lo que veía y finalmente encontró las palabras exactas para decir- ¿Qué quieres?-soltó con odio y una clara mueca de disgusto a la persona que miraba.

   —A hablar contigo y también por esto-con eso dicho la persona se abalanzó atrapando a la de cabellos negros esmeralda en un abrazo. Ella quedó más desconcertada, y se controló lo suficiente para no sucumbir en la tentación de devolverle el gesto o hacer algo que le demostrara al contrario que aún sentía cariño alguno por él.

   —Fabuloso, ahora suéltame-le dijo con total sarcasmo y frialdad posible de sí misma. Escuchaba como una pequeña vocecita la regañaba de su manera de ser con el chico de ojos cielo, pero su orgullo le estaba alentando cada vez más a seguir con su comportamiento, recordándole todo lo que sufrió en silencio. Sintió como aquel agradable calor se alejaba de ella, se maldijo al desear devuelta pero no lo demostró, no lo haría, no le daría el gusto.

   —Este An, yo...-hizo una pausa, y siguió-quería verte. Bueno han pasado casi 4 años desde que no te veo y,...tan sólo mírate estas...tan diferente...-murmuro las últimas dos palabras con algo de nostalgia y culpa, algo que extraño a la morena esmeralda. Ella se cruzó de brazos y apoyo su cuerpo a un lado de la cornisa de la puerta, mostrando un rostro neutral e indiferente- También, quería pedir disculpas...fui un mal amigo y lo admito y lo lamento...-no termino de hablar porque la menor soltó un bufido lleno de fastidio antes de retroceder sus pasos y cerrarle la puerta en la cara al azabache.

La chica recargó su espalda con la puerta mientras se cruzaba de brazos con un claro ceño fruncido en su rostro pálido, inflo sus cachetes de lo molesta que estaba y enfocó su oído en sí escuchaba los pasos alejarse de la puerta de su departamento pero nada, cosa que la enfureció aún más y dijo en voz alta importándole poco si sus vecinos escucharan (ya fueran metidos o no):