Capítulo XIII

58 9 2
                                    

¿Estás bien? Estoy bien

Los ojos jade miraban los enormes pinos del lugar, como si no fueran nada impresionante del mundo y llevaba consigo un hacha. En cambio, para su compañero el recorría todo el lugar buscando con la vista alguno de esos árboles que pronto serían parte de la decoración del hogar de los Kent, y este había logrado que su padre les dejara ese trabajo a Damian y el.

   —¡Hey, Damian!-llamo de forma hiperactiva y alegre Jon, logrando llamar la atención del mayor- ¿Qué te parece este?-señaló el árbol afrente suyo. Damian se acercó al lugar y miro el pino de forma indiferente, lo que sacaba de quicio al pequeño Kent.

   —Claro, porque no-respondió sin muchas ganas. Jon, parpadeo por unos segundos incrédulo de que veía y escuchaba de parte de su mejor amigo.

Damian se acercó al pino y levantó el hacha dispuesto para cortar el árbol pero el arma le es arrebatada de sus manos. El moreno, quedó completamente desconcertado, y sin demora se giró y enfrentó con la mirada molesta a Jon, y este dejó el arma blanca en el suelo; para luego decir:

   —¿Qué te sucede, Damian?-le confrontó al joven Wayne. Este solo chasqueo la lengua irritado, antes de esconder sus manos en los bolsillos de su chaqueta- Haz estado así casi toda la semana, no, me equivoco. Haz estado así desde que te peleas con tu padre por los trámites-sigue regañando, mientras ve como su amigo intenta ignorarlo y solo lo enfurece más-. Bien, no me dirás pues me obligaste a tomar medidas extremas-

Jon tras decir aquellas palabras cargo a Damian y sin dejarle tiempo para que este protestara molesto se elevó en el cielo, y se quedó estático allí mismo importante poco los golpes y arañazos que lanzaba su amigo, Damian se mantuvo así por un largo tiempo hasta que cansado desistió y dejó recargar su frente en el hombro derecho de Jon.

—¿Me dirás que te pasa?-preguntó más calmado Jon. Mirando a al de ojos jade que aún seguía descansando en su hombro, sintió como era mordido por el mayor- Damian...-se quejó adolorido y apretando su agarre sobre el nombrado.

—Quejica...-le responde aún mordiendo a Superboy, pero a los segundos lo suelta- No tengo que darte explicaciones de nada, imbécil-su enojo era evidente para el joven kriptoniano, pero eso no implicaba que iba a dar su brazo a torcer como mayor.

Damian resopló molesto y conteniendo las ganas de ahorcar al chico, y justo cuando Jon iba a abrir la boca para seguirle insistiendo de que le dijera lo que le pasaba, pero las palabras terminaron muriendo en su garganta al sentir como las manos de Damian apresaban su ropa haciendo puños sus manos y a los pocos segundos sintió como estas mismas se humedecían, por algunas lágrimas rebeldes que escapaban de los ojos al mayor.

   —Lo siento...-susurro Jon con cierto remordimiento a su amigo, mientras Damian escondía más su rostro, entre la clavícula y el cuello del súper chico. El hijo del hombre de acero ocupo una de sus manos para acariciar los cabellos negro de Damian, mientras que la otra seguía aferrada a su cintura.

Se quedaron un tiempo flotando en el cielo hasta que Damian a base de amenazas y patadas hizo que Jon los dejara en tierra firme de nueva cuenta, pero Kent mostraba una sonrisa un poco más tranquila y relajada al ver que volvía el Damian que conocía un poco y el cual lo estaba obligando a su manera a que acabara el trabajo y cargara el árbol. Regresaron al hogar de la familia Kent con el pino, no tardaron mucho en cambiarse de ropa e irse a decorar el pino y después sentarse para tomar la cena navideña, y al acabar esta ambos chicos subieron al cuarto de Jon para irse a dormir.

¿Qué podria salir mal...? [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora