Capítulo XVII

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¿Mala suerte o karma?

¿Porqué sentía que todo lo que le pasaba estaba siendo controlado? Era eso lo que se repetía una y otra vez Tim, mientras se secaba el cabello completamente frustrado y molesto después de la tremenda regañada que le dio Alfred por la ropa llena de pintura. Se dejó caer de espaldas sobre la cama aún con el pelo húmedo y la toalla sobre sus hombros, miro el techo como si tuviera la respuestas de la humanidad escritas en ella pero un ceño fruncido salió a relucir en su rostro... [...] Y hubiera seguido allí, repasando mentalmente todo lo que hizo ese día y buscando alguna pista del causante de las bromas hasta que una persona entro a su habitación como si fuera dueño de esta y recargándose en la pared cercana a esta, el de ojos cielo no quizo levantarse y mirar al intruso por qué ya sabía quién era esa persona, y lo único que hizo fue dar un gruñido de protesta mientras que el contrario se rió y finalmente dijo:

—Sabes si querías un cambio de look hubieras ocupado pintura para teñir y no acrílica y de óleo, esas mierdas no sirven bien en el cabello-el comentario solo iban agrandando el mal humor del azabache, que apretaba los dientes con fuerza-. Bueno que disfrutes tu tarde de mierda remplazo, a y dile a Goldi que la próxima vez que entre a mi cuarto le lleno de plomo la cabeza en su lugar-Con esas últimas palabras el invitado no deseado se fue.

—Yo no soy tu recadera, Jason-escupió las palabras con veneno aún sabiendo que el nombrado no se encontraba en su habitación en ese momento. Cubrió su rostro con sus manos y gruñir más audiblemente de frustración completa-. Cálmate, Tim. Solo iniciaste con el pie izquierdo, si eso es solo me levante con el pie izquierdo-se trató de auto convencer que todo iba a volver a normalidad.

Pero su día apenas comenzaba y con ello sus su auto convencimiento se desvanecía por más que el intentará repetírtelo como un mantra que: todo iba estar bien que solo eran metidas de pata, sin embargo las circunstancias se lo tiraban en cara que eso era una mentira que él intentaba hacer realidad. Primero fueron los problemas de la academia con su casillero y cuando se había cambiado de ropa por una segunda muda que siempre llevaba para esos casos en su mochila, esta termino arruinada en la lluvia de pintura, luego de que pasaran tres horas para dos a fuera en el patio y siendo sermoneados y regresarán a clases cayó en cuenta muy tarde que sus libros fueron cambiados por una réplica exacta solo que dentro de estos no había nada escrito. Cuando regresó a la mansión todo cayó aún más en picada, fue a almorzar alguien saboteo su almuerzo metiéndole demasiada salsa picante y con ello también su bebida; y la noche cayó en el horizonte de la ciudad y con ello la hora de salir a patrullar, todo iba bien y el azabache creyó que su mala suerte había acabado grave error, su batgarra fallo constantemente a lo largo de la noche tanto que en un momento este se rompió y casi hizo que el adolescente se estrellara contra el piso pero con suerte Nightwing logró atraparlo y ponerlo a salvo y dando por concluida su patrullaje al pensar que sus demás gadgets estaban saboteados, vaya sorpresa al revisarlos con detenimiento en la cueva tenía la completa razón Tim.

   —*¿Y qué tan seguro estás que él, fue el culpable?*-le cuestionó por el otro lado de la línea. Tim se paseaba de un lado al otro con el celular en la mano, era muy tarde en la noche y debería estar descansado para asistir a clases mañana pero debido al inconveniente de la pintura no iría y menos sin saber que si las bromas iban a seguir o no.

   —Stephanie, hablamos de Damian-le contraatacó con seriedad el moreno. La rubia como todos los cercanos a la familia conocían la relación de odio que el par de morenos tenían, y esta suspiro mientras dejaba el libro de biología aún lado del escritorio de su cuarto.

¿Qué podria salir mal...? [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora