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POV Omnisciente

-Mierda.-Gruñó Nicolás, sintiendo algo de dolor físico por todo su cuerpo, esforzándose a salir del auto.

Luego de eso, cayó al piso y se quedó así por unos pocos minutos para luego llorar de la rabia y desesperación.

Todos lo que creía que eran sus amigos le habían mentido y utilizado.

Sintió un nudo en su garganta mientras cerraba fuertemente los ojos.

Extrañaba más que a nada a sus padres.

El moreno pensó en eso para luego sacar su celular, el que por suerte estaba bien. Observó este por un par de segundos para después desbloquearlo.

Se imaginaba en ese momento lo diferente que hubiera sido su vida si sus padres siguieran vivos y si Jaime nunca se hubiera ido. Acaso podría haber conocido a este antes?

Después de eso, llamó al primero que se le vino a la mente.

El celular sonó apenas dos veces cuando alguien contestó.

-Cariño?.-Preguntó Jaime, causando que el pequeño moreno escuchara la música de la fiesta por el celular.

-Hola.-Murmuró Nicolás, todavía acostado en el piso de la carretera.

-Manuel me dijo que ibas a venir.-Dijo el enojón, provocando que el pequeño vampiro notara que en verdad este no estaba enojado con él. Jaime, al notar que el moreno no iba a hablar, dijo algo.-Pasa algo?

-No, no es nada, no importa.-Dijo el moreno, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Sigue disfrutando la fiesta, yo no iré.

-Nico, dime qué pasa.-Dijo el híbrido, sabiendo que eso era una excusa.-Háblame.

-Necesito ayuda.-Susurró el pequeño moreno, derramando un par de lágrimas, causando que Jaime saliera de su casa.

-Estás herido?.-Preguntó el señor Navarro, sintiendo una necesidad de que el moreno le siguiera hablando para saber si estaba bien.

-Todo duele.-Dijo el pequeño vampiro, con una pausa.-Las mentiras, como me utilizaron, todo.

-Dónde estás?.-Cuestionó Jaime de inmediato.

-En la carretera.-Murmuró Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Camino al bosque donde nos encontramos.

-Nico, específicamente...

-Te darás cuenta cuando veas un auto chocado y a un hombre en el piso de la carretera.-Dijo el moreno, tomándose un tiempo.-De verdad lo siento, Jaime, por dejar de hablarte y todo.

Ahí fue cuando el enojón supo que el moreno estaba llorando y que estaba sufriendo demasiado, causando que apareciera en la carretera y corriera mientras seguía con el celular.

-Cariño, todo está bien, no estoy enojado.-Dijo el híbrido, intentando tranquilizar al pequeño moreno.

-Pero deberías estar enojado.-Dijo el pequeño moreno, cerrando fuertemente los ojos.-Deberías odiarme.

-No lo hago y no lo haré nunca.-Dijo el señor Navarro, notando a la distancia un auto y a una persona en el piso, provocando que apareciera ahí de inmediato.

El señor Navarro miró al pequeño moreno e hizo que este se levantara. Este último lo observó, mientras tenía los ojos aguados para después acurrucarse contra el cuerpo de Jaime, causando que sintiera el calor reconfortante de este y como el enojón lo abrazaba, provocando que se sintiera completo otra vez.

-Lo siento.-Volvió a decir Nicolás, no queriendo que el híbrido lo soltara jamás.

-Yo te perdono.-Susurró Jaime cerca de su oído, queriendo que el pequeño moreno se sintiera bien-Tranquilo, no te dejaré solo.

-Nunca?.-Preguntó el moreno, necesitando al señor Navarro en sí.

-Nunca.-Dijo el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Estaré contigo siempre y para siempre.

Estuvieron así unos pocos minutos y el señor Navarro se separó del gesto de amor.

-Necesito curarte.-Dijo el híbrido, subiendo su manga un poco.

-Jaime, no es tanto...

-No hagas que te obligue a tomar de mi sangre.-Dijo el recién nombrado, causando que el pequeño moreno lo mirara y se acercara más a él para luego morder la muñeca de este, provocando que el enojón le hiciera cariño.

Cuando sintió que las heridas que tenía se sanaban, tomó por unos segundos para después separarse del brazo del señor Navarro. Apenas hizo esto, se limpió la poca sangre que le había quedado en los labios para después mirar su auto.

-Odio ese auto.-Dijo Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Odio tener una vida normal y sigo odiando ese tiempo en el que no estuve contigo.

-No tendrás una vida normal si estás conmigo.-Dijo Jaime, como si le estuviera ofreciendo aquello.-Y no necesitarás ese estúpido auto. Te voy a tratar de la manera que te mereces, Nico.

El pequeño moreno se giró y observó al señor Navarro. Este lo estaba mirando fijamente.

-No quiero mentiras.-Dijo el moreno, siendo sincero con él. Y no es que Jaime le hubiera mentido en algo, pero no podría soportarlo si este lo hacía.

-No las tendrás.-Dijo el enojón, siendo directo y honesto con él.-No podría mentirte.

El pequeño vampiro sintió su corazón acelerarse mientras miraba al señor Navarro, sabiendo que este podía escucharlo.

-Cariño, debes saber que yo te quiero.-Dijo el híbrido, con una pausa.-Y no solamente como amigo.

-J-Jaime...

-No te estoy obligando ni apresurando, pero quiero que lo sepas.-Dijo el recién nombrado, tomándose un tiempo.-Me tienes a tus pies y haré cualquier cosa por ti. No me importaría esperar el tiempo necesario para tenerte

-No tienes que esperar.-Murmuró Nicolás, causando que el señor Navarro lo mirara.

-Cariño, a qué te refieres...

No siguió hablando porque el moreno ahora estaba muy cerca suyo. Sintió como este último acarició ligeramente su cuello, provocando que se relajara.

-Yo también te quiero de esa manera y quiero estar contigo.-Dijo el moreno mientras lo admiraba, y aunque no lo supiera, el híbrido hacía lo mismo en ese momento, sabiendo que nunca olvidaría ese instante.

Ninguno de los dos dijo alguna palabra más porque ya no era necesario en ese momento.

El pequeño moreno fue el que hizo el primer movimiento, y no era porque Jaime no quisiera, era porque quería que el moreno estuviera seguro.

Nicolás unió sus labios con los de Jaime y lo besó en un compas lento, el cual cambió cuando el híbrido le correspondió a uno más apasionado, provocando que el enojón colocara su mano en la columna de su pequeño vampiro para acercarlo más a él.

Ese fue su primer beso juntos.

You (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora