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POV Omnisciente

Varias horas después

El pequeño moreno se tuvo que despedir, junto con Jaime, de sus amigos que se iban a ir de Santiago al menos dos semanas, provocando que el moreno tuviera la casa sola ese día.

Después de aquello, también tuvo que ir a dejar a su novio al bosque, y como "despedida" se besaron por minutos, para que luego el pequeño vampiro se fuera a la casa.

El pequeño moreno comenzó a ver una película en la habitación que compartía con el enojón cuando su alarma sonó, avisándole que ya eran las doce, causando que se colocara algo nervioso y que finalmente sacara el lubricante, y condones por si al enojón no le gustaba hacerlo al "natural".

Pasaron un par de minutos, y el moreno supo que el señor Navarro debía estar peleando consigo mismo para no ir a la casa, pero que al final igualmente ganaría su parte animal.

Y si se lo preguntan, sí, había esperado hasta el día de la luna llena para hacerlo, porque quería complacer a Jaime y a la parte animal de este.

De repente sintió algo, o mejor dicho, a alguien atrás suyo, causando que se girara de inmediato.

El señor Navarro ya se había transformado en humano, y estaba desnudo, cosa que hizo que el moreno supiera a lo que venía.

El híbrido lo observó por unos segundos y lo recostó bruscamente en la cama, colocándose encima de él. Iba a besarlo pero el moreno lo detuvo.

-Si vamos a hacer esto, alfa, va a ser a mi modo.-Dijo Nicolás, mirándolo fijamente a los ojos mientras sentía su corazón latir fuertemente en su pecho.

El alfa se veía confundido hasta cuando el pequeño moreno cambió de posiciones y se sentó casi sobre el miembro del alfa. Lo único que evitó aquella fricción fue el boxer que llevaba.

El enojón no entendía lo que pasaba porque él siempre, en toda su eternidad, había sido el que dominaba, el que daba las ordenes, entonces estaba completamente confundido por aquello, pero obviamente le excitó.

El pequeño moreno lo observó por varios segundos mientras poco a poco se sentía seguro, haciendo que besara al híbrido mientras movía sus caderas, provocando que este colocara sus manos en las piernas del moreno mientras gruñía un poco contra los labios de su omega.

El moreno colocó uno de sus brazos al rededor del cuello del híbrido mientras que comenzaba a masturbar lentamente a su alfa, echándose antes algo de lubricante. Este último se sentía algo atontado por todo eso, mientras que la parte humana intentaba predominar, así que intentó colocar al moreno abajo suyo pero no pudo.

-No.-Dijo Nicolás con una voz demandante, tomándose una pausa.-Sé lo que quieres y lo vas a tener, pero lo vas a tener a mi manera, no a la tuya.

El señor Navarro lo contempló y gruñó un poco mientras sentía como el pequeño moreno aumentaba la velocidad en la que lo masturbaba.

-Tú eres mi omega, yo mando.-Gruñó Jaime, por fin hablando desde que llegó.

-Exacto, soy tu omega, no soy cualquier otro omega que dejará que tú lo mandes.-Dijo el moreno, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Tú eres mi alfa y hoy harás lo que yo quiera.

El híbrido se quedó callado mientras cerraba un poco los ojos por el placer. De repente sintió como su omega le hacía chupones casi por todo el cuello, marcándolo, para después morderlo por unos pocos segundos.

Cuando dejó de sentir como el moreno lo masturbaba y que ya no seguía con los chupones, abrió los ojos sólo para ver como este se echaba un poco de lubricante en los dedos para luego introducir estos en su trasero, preparándose, causando que el señor Navarro quisiera hacerlo pero el moreno le hizo un gesto de que se detuviera.

You (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora