POV Omnisciente
El híbrido dejó que la bañera se llenara de espuma, ya que el moreno tampoco quería que lo viera completamente desnudo, y luego dejó que el pequeño moreno le dijera cuando estaba listo para bañarlo.
Esperó por unos pocos minutos cuando escuchó a su pequeño vampiro hablar.
-Ya puedes entrar.-Dijo Nicolás, provocando que el señor Navarro entrara de inmediato.
Vio al pequeño moreno sentado en la bañera con la espuma tapándolo de la mitad del torso hacia abajo, haciendo que el híbrido sonriera un poco para luego acomodarse para lavarle el pelo a su novio, o lo que fueran, ya que el enojón no quería presionar a este.
El enojón le echó agua tibia en el cabello a su moreno, causando que este se relajara. Luego de eso, le echó Shampoo y comenzó a masajearle la cabeza al pequeño moreno, teniendo cuidado con este.
-Te quiero.-Dijo Nicolás de repente, haciendo que el híbrido se quedara quieto por unos segundos para después seguir con los masajes.
-Yo también te quiero.-Dijo Jaime, siendo completamente sincero con él, teniendo una sonrisita en su cara.
-Te elijo a ti.-Dijo el moreno, provocando que el señor Navarro lo observara por unos segundos, algo extrañado.
-A qué te refieres, cariño?.-Preguntó el enojón, bastante confundido mientras seguía lavándole el pelo al pequeño vampiro.
-Si me hicieran escoger entre Fernando y tú, te elijo a ti.-Dijo el pequeño moreno, dejando más claro a que se refería.-No quiero que pienses que... tú eres mi segunda opción. Dejé de hablarte porque tenía miedo de estar solo, y ese fue mi mayor error, porque tú nunca me dejarías estarlo.
-Nico, no lo he pensado en ningún momento.-Dijo el híbrido, diciendo la verdad, con una pausa.-Por algo estás acá conmigo y no con Fernando. Cualquiera que estuviera enamorado de ese weón, lo hubiera perdonado, pero tú no. Tú estás aquí, dejando que te bañe y diciendo que me quieres, de lo que tampoco dudo.
El moreno lo observó por unos segundos y le dio un leve beso en los labios.
Luego de eso, el híbrido le siguió lavando el pelo por unos pocos minutos, causando que el moreno casi se quedara dormido, para luego sacarle el Shampoo de la cabeza a este con agua tibia otra vez, asegurándose de que no hubiera nada.
Apenas terminó con eso, el híbrido comenzó a refregarle delicadamente la espalda.
-No entiendo.-Dijo Nicolás de repente, causando que el señor Navarro estuviera curioso y que lo escuchara atentamente.-Por qué mis padres y los de Fernando eran enemigos si mis papás sólo eran humanos?
-Porque tus papás, a diferencia de todos, tampoco creían que yo era un monstruo.-Dijo Jaime, siendo sincero con él.-Me conocieron por casualidad. Ellos me ayudaron un día de luna llena, donde me habían disparado y a los papás de ese weón les pareció muy mal. Tus padres me defendieron y hasta ahora todavía no sé por qué, pero sólo me pidieron una cosa.
-Protegerme.-Murmuró el moreno, causando que el híbrido asintiera.-Sabían que algo malo iba a pasar cuando te lo pidieron.
-Llegué muy tarde ese día.-Dijo el enojón, sintiéndose completamente culpable a pesar de los años que habían pasado.-No pude salvar a tus papás ni a Isaías, pero te pude salvar a ti y vengué la muerte de tus padres.
-Cómo me salvaste a mí?.-Preguntó el pequeño moreno, bastante interesado mientras sentía un ligero dolor por todo su cuerpo.
-Fernando se acercó a ti cuando no pudo matarte de inmediato.-Dijo el híbrido, dándole una idea.-Yo lo detuve de que lo hiciera altiro.
-Maldito hijo de perra.-Gruñó el pequeño vampiro, completamente tenso hasta que el enojón le dio un ligero beso en el cuello.
-Cariño, yo no lo he matado solamente por ti.-Dijo el señor Navarro, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Pero en el momento que él te harte, lo haré.
El moreno lo miró y asintió, como si le estuviera dando permiso.
Luego de eso, el híbrido le refregó el torso también y el moreno hizo aquello con sus piernas. Cuando ya estuvo listo, el enojón le pasó una toalla y luego se dio vuelta para que el moreno no se avergonzara.
El pequeño moreno salió de la bañera con cuidado y luego se secó para después colocarse la toalla al rededor de la cintura. No le dijo al híbrido que se diera vuelta y lo abrazó por atrás, provocando que este sonriera y se girara para verlo.
-Vamos a colocarte ropa.-Dijo Jaime, con una pausa.-Te va a dar frío.
-Yo duermo con boxers no más.-Dijo Nicolás, siendo sincero con él.
-Entonces nos vemos obligados a dormir bien juntos.-Dijo el enojón, teniendo una ligera sonrisa en su cara, ni siquiera viendo el cuerpo del moreno, porque no le interesaba aquello, no en ese momento y no si el moreno no quería.
Al pequeño moreno pareció no importarle aquello y salieron del baño, provocando que el moreno se colocara su ropa interior de inmediato para después secarse un poco más su pelo. Apenas hizo eso, se apuró en acostarse, notando como el híbrido comenzaba a desvestirse, haciendo que lo mirara por unos segundos para después taparse los ojos, sintiendo que debía darle la misma consideración con él como este la tuvo.
El señor Navarro, cuando ya estuvo en boxers, fue a destapar la bañera para luego acostarse, causando que el moreno se acurrucara contra él de inmediato provocando que sintiera el calor del híbrido.
-Manuel no estará preocupado de que no hayas llegado a tu casa?.-Preguntó Nicolás de repente, notando como el enojón lo admiraba.
-No.-Respondió Jaime, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Además que nadie me puede matar, obviamente me sé defender. Y estoy bastante seguro que sabe que estoy contigo.
El pequeño moreno asintió y acarició un poco la mejilla del híbrido, provocando que este se relajara completamente y que lo mirara fijamente a los ojos.
-Cuando despierte, seguirás acá?.-Preguntó el moreno, causando que el señor Navarro no supiera a qué venía eso pero aún así contestó.
-Claro que sí.-Respondió el enojón, con una pausa.-No te dejaré.
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You (Jainico).
FanfictionNicolás tenía una vida normal... bueno, "normal", ya que él en sí era vampiro, al igual que su novio y que la mayoría de sus amigos, pero aún así, hacía como que era humano porque precisamente a su pololo no le gustaba serlo, entonces a él tampoco. ...