You (Jainico).

Capítulo Especial.

(Esto no afecta en la historia)

POV Omnisciente

Aquél día era luna llena y el pequeño moreno estaba esperando a que el híbrido llegara, claro que lo querría marcar pero eso no pasaría, porque el moreno iba a tener una seria charla con la parte alfa de su novio.

Cuando vio que el alfa llegaba y se transformaba en humano, se colocó serio de inmediato. La parte animal de Jaime estaba confundida en ese momento.

-Vístete.-Dijo Nicolás, en un tono demandante, con una pausa.-Vamos a hablar.

-Omega.-Gruñó Jaime, no queriendo hablar en ese momento.

-Te dije que no.-Dijo el moreno, mirándolo fijamente provocando que el señor Navarro volviera a gruñir y que se vistiera rápidamente para saber qué pasaba, esperando que si lo hacían rápido, tendrían tiempo para lo otro.

-Qué pasa, omega?.-Preguntó el enojón, bastante cortante mientras lo miraba.

Les dije que era estar con dos hombres diferentes.

-Primero que todo, no soy sólo tu omega, soy tu pareja.-Dijo el pequeño moreno, mirándolo fijamente a los ojos mientras se notaba molesto por algo.

-Quieres que mi parte humana tome el control por un rato o...

-No.-Dijo el pequeño vampiro, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Él no tiene la culpa de todo esto pero sufrirá también si tú no haces algo.

El alfa lo miró fijamente mientras esperaba que el moreno le dijera qué pasaba.

-Siempre, en las lunas llenas, cada vez que salimos y ves a una omega, que lo es biológicamente, es como si la quisieras marcar.-Dijo Nicolás, por fin diciendo lo que le molestaba.-Y no es culpa de tu parte humana, porque él nunca lo hace, y si lo hace alguna vez, es sólo para molestarme un poco, pero tú eres diferente. Lo haces porque quieres y no te importa si estoy ahí o no y me molesta, demasiado.

-Y qué quieres que haga?.-Cuestionó Jaime, con un rostro inexpresivo, no dejando de mirarlo en algún segundo.

-Deja de hacerlo.-Dijo el moreno, con una pausa.-Me haces sentir como si no fuera suficiente.

-Si realmente fueras omega biológicamente, sería más fácil.-Dijo el enojón, todavía con aquella expresión, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Pero como no lo eres, no me sirves.

Los ojos del pequeño vampiro se aguaron y se levantó de la cama.

-Bien, anda con una omega que sí te sirva.-Dijo el pequeño moreno con una pausa.-Y-Yo no... no sé si terminar, porque Jaime no tiene la culpa de esto, pero termino contigo. No quiero ser tu omega que no te sirve para nada.

-Está bien.-Dijo el señor Navarro para luego desaparecer, provocando que el pequeño moreno comenzara a llorar y que se encerrara en el baño, cerrando con pestillo de inmediato.

Era rara toda esa situación. No terminaba con Jaime, porque obviamente este no tenía la culpa de lo que pensara e hiciera su parte animal, pero había terminado con esta.

Entonces apenas aparecieran esos ojos rojos que tanto le gustaban, tenía que apartarse de Jaime?

Amaba a Jaime por completo y a la parte alfa de este también, y era por eso mismo que le dolía tanto aquello.

El pequeño moreno había calculado que habían pasado al menos quince minutos cuando escuchó a alguien apoyarse en la puerta. Después de eso, escuchó un quejido de dolor, pero era más como pena y tristeza, causando que el moreno ya supiera quién era.

-Lo siento.-Murmuró Jaime, en un tono muy bajo mientras cerraba los ojos por unos segundos.

-No tienes la culpa por lo que hace tu parte alfa.-Susurró Nicolás, todavía llorando un poco.-É-Él intentó marcar a una omega?

-No.-Respondió el enojón, siendo sincero con él.-Lo siento mucho, Nico, sabes que mi parte alfa es weona.

-No tiene la culpa, sólo no soy suficiente para él.-Dijo el moreno, no queriendo salir del baño.-Al menos una parte de ti me ama.

-Siempre lo haré.-Dijo el señor Navarro, con una pausa.-Cariño, puedes salir? Me destroza no poder consolarte.

El pequeño vampiro suspiró para luego levantarse del piso y salir. De inmediato Jaime lo abrazó, sintiéndose mucho mejor.

Una semana después

El pequeño moreno y el señor Navarro le habían explicado toda la situación a sus amigos, y estos la entendieron de inmediato, así que cuando notaban que el enojón colocaba sus ojos rojos, el moreno se alejaba de él.

Un día, el pequeño moreno despertó y vio aquellos ojos rojos, causando que no dejara que el señor Navarro lo abrazara.

-Lo lamento.-Dijo Jaime de repente, todavía siendo el alfa, provocando que el pequeño moreno lo mirara.

-Por qué lo lamentas?.-Preguntó Nicolás en un tono bajo, dejando de mirarlo y alejándose un poco más de él, haciendo que el señor Navarro sintiera su pecho oprimirse.

-Porque nada de lo que dije era verdad. Sí eres suficiente para mí.-Respondió el enojón, bajando un poco la mirada, gimiendo un poco por el dolor que había sentido toda la semana.-Yo quiero tenerte, no que sólo mi parte humana te tenga. Lo odio.

-Jaime vampiro me hace feliz.-Dijo el moreno, siendo sincero con él, no sabiendo como llamar a la otra parte de su novio.

-Pero yo también quiero hacerte feliz.-Gruñó el señor Navarro, observándolo por varios segundos.-Eres mi omega.

-No, no lo soy.-Dijo el pequeño moreno, tomándose un momento para luego seguir hablando.-No lo soy biológicamente y nunca lo seré.

-No me importa, sólo me interesas tú, Nico.-Dijo el alfa, llamándolo por primera vez así cuando este predominaba.-Te amo. Sólo... vuelve conmigo.

-Seguirás haciendo lo mismo, qué sentido tendrá volver?.-Preguntó el pequeño vampiro, notando como el enojón se acercaba un poco más a él.

-No lo haré más, te lo prometo.-Dijo Jaime, siendo sincero con él y consigo mismo, porque aquella parte, y este en general, no podían soportar estar sin el moreno.-No quiero que él sólo te tenga.

El pequeño moreno lo miró por unos segundos y dejó que el alfa lo abrazara, causando que este se sintiera mucho mejor.

-Lo siento por haberte hecho sufrir, omega.-Murmuró el enojón, con una pausa.-Nunca más lo haré.

-Más te vale, porque o sino yo miraré a otros alfas.-Dijo el moreno, ocasionando que Jaime gruñera y que el pequeño moreno sonriera un poco.

-Ni se te ocurra.-Dijo el señor Navarro para luego morder su cuello, provocando que el moreno se sintiera bien.