POV Omnisciente
Cuando el pequeño vampiro despertó, no sintió al señor Navarro a su lado, causando que se sentara en la cama de inmediato. Sabía que el híbrido seguía en su departamento porque vio la ropa de este en su habitación y escuchó algo en su cocina, provocando que se levantara y que se colocara la polera del enojón sin el permiso de este, aunque no era como si le fuera a molestar. Luego de eso, fue a la cocina para ver como el señor Navarro preparaba el desayuno. El híbrido sintió su presencia ahí y se giró un poco para mirarlo. Apenas vio como su pequeño vampiro usaba su polera, sonrió.
-Buenos días, cariño.-Dijo Jaime mientras lo observaba por unos segundos para después seguir cocinándole al pequeño moreno.
-Buenos días, Jaime.-Dijo Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Me mentiste.
El señor Navarro se quedó quieto por un par de segundos y luego lo miró, queriendo saber a qué se refería en ese momento.
-No estabas en la cama cuando desperté.-Dijo el moreno, no queriendo que el híbrido se preocupara tampoco, provocando que este se relajara.
-Oh, lo siento, cariño.-Dijo el enojón, terminando de hacer el desayuno para mirar a este.-No quería que tuvieras hambre cuando despertaras. Creí que no despertarías tan pronto, así que me apuré en hacerte el desayuno pero al parecer no pasó.
El pequeño vampiro sintió su corazón acelerarse sólo al oír esas palabras provocando que cuando el híbrido escuchara los latidos de su moreno más rápidos, lo observó, causando que el pequeño moreno se avergonzara y que le diera la espalda.
El híbrido sonrió un poco y le echó agua caliente a la taza de Nicolás para luego echarle café y una cucharada de azúcar. Apenas hizo esto, revolvió con una cuchara la combinación.
El señor Navarro aprovechó que el moreno le seguía dando la espalda y lo abrazó por atrás, haciendo que se sobresaltara sólo un poco.
-Quieres tomar desayuno en la mesa o en la cama?.-Preguntó Jaime en un tono bajo, provocando que su pequeño vampiro se estremeciera.
-Puede ser en la mesa y yo sentado en tus piernas?.-Cuestionó Nicolás, casi como si estuviera haciendo un trato, haciendo que el híbrido sonriera y le diera un pequeño beso en el cuello.
-Está bien, trato hecho.-Respondió el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Ese es el mejor trato que me han hecho en toda mi eternidad.
Apenas terminó de decir eso, dejó lo que le había preparado al pequeño moreno en la mesa para después sentarse al frente de esta en una silla, provocando que el moreno se sentara en sus piernas para luego acomodarse un poco, causando que el híbrido se quedara callado mientras cerraba fuertemente los ojos.
-Estás bien?.-Preguntó Nicolás, mirándolo por unos segundos, notando como este abría los ojos.
-Sí.-Contestó Jaime, con una pausa.-Perfecto.
El pequeño moreno lo observó y le dio un ligero beso en los labios para después empezar a comer, provocando que el híbrido lo mirara atentamente.
-Te gustó lo que te preparé?.-Cuestionó el enojón, notando como el pequeño moreno comía con muchas ganas.
-Claro que sí.-Respondió el moreno, hablando después de varios segundos, no queriendo decir eso con la boca llena.
-Me alegro, cariño.-Dijo el híbrido, siendo sincero con él, acariciando un poco el torso del moreno debajo de su polera, esperando que este no se sintiera incómodo por eso y así fue.-Después tengo que ir a mi casa para ver cómo quedó. Quieres venir conmigo?
-Acaso tienes que preguntar?.-Cuestionó el pequeño moreno, con una pausa.-Obvio que quiero ir contigo.
-Está bien.-Dijo el señor Navarro, tomándose un momento para luego seguir hablando.-No sé si ahora que estamos juntos Manuel querrá hacer otra fiesta por eso. En verdad tengo sospechas de que nos quiere juntos desde que nos conocimos. O desde que empecé a protegerte hace años.
-Ninguno de la manada me conocía antes?.-Preguntó el pequeño vampiro, bastante curioso para después tomar café.
-No te habían visto, porque nunca se los permití, pero sabían que yo protegía a alguien.-Dijo Jaime, diciéndole la verdad a su novio.
-Tu manada es grande.-Dijo Nicolás, siendo honesto con él.
-Sí, ni idea cómo llegué a eso.-Dijo el enojón, también siendo sincero con él, con una pausa.-Demás que tienen una historia para eso cuando lleguemos.
El moreno no le dijo nada más y el señor Navarro apoyó un poco su cabeza en el cuello de este para después olerlo un poco, causando que el pequeño moreno sintiera un poco de cosquillas.
Lo que el pequeño vampiro no se esperaba fue cuando el enojón, después de aquello, sacó los colmillos y lo mordió en el cuello, haciendo que el moreno se quedara quieto por unos segundos para después acercarse aún más al señor Navarro para que lo mordiera más cómodo.
No le incómodaba, ya que de cierta manera, le gustaba que el híbrido tomara de su sangre.
Cuando el híbrido dejó de tomar de su sangre, este se lamió un poco los labios y lo miró, provocando que el moreno le diera un leve beso en estos.
-Creo que... ya terminé de tomar desayuno.-Dijo Nicolás, algo nervioso, desconcentrándose por la mirada intensa que el señor Navarro le daba.
-Por qué tan nervioso?.-Preguntó Jaime, tomándose un momento para luego seguir hablando.-No muerdo... espera, olvida eso.
El pequeño moreno sonrió un poco y se giró completamente, colocando sus brazos al rededor del cuello de su novio.
-Tú eres el que me pone así.-Dijo el moreno, con una pausa.-Con esa mirada que dice "te podría comer entero" y por mal que suene, creo que eso me gustaría. Y ni hablemos de esa sonrisa.
-Qué tiene mi sonrisa?.-Cuestionó el enojón, observándolo por unos segundos.
-Vamos, quién no podría estar a tus pies con esa sonrisa?.-Preguntó el pequeño moreno, acariciando un poco la mejilla de su novio.-Podrías tener a cualquier persona.
-Sí, pero sólo te quiero a ti.-Dijo el híbrido, siendo completamente sincero con él, notando un ligero brillo en los ojos de Nicolás, amando aquello.
El señor Navarro fue quien empezó el beso esta vez, sabiendo que los dos lo querían en ese momento.
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You (Jainico).
FanfictionNicolás tenía una vida normal... bueno, "normal", ya que él en sí era vampiro, al igual que su novio y que la mayoría de sus amigos, pero aún así, hacía como que era humano porque precisamente a su pololo no le gustaba serlo, entonces a él tampoco. ...