Mis amores, aquí el segundo capitulo prometido. 🤩
Espero les guste y dejen sus votos y comentarios.
Si mi perfíl de Wattpad llega a 1700 seguidores, les publico otro más desde que llegue al numero.
Los amooo
***
Dante MacCallum se sentía eufórico. Ni en mil años hubiese siquiera imaginado que su ahora esposa se lanzaría de aquella forma por sus labios, sin embargo, no dudó ni un solo segundo y se dedicó a disfrutar de ello como si fuere lo último que haría en su vida, pues aunque estaba pasando el momento más excitante de su existencia, sentía que esta se le escapaba de las manos al contenerse con todas sus fuerzas para no asustar a Liona.
A él le gustaba el sexo duro y, con aquellas hermosas y cremosas piernas rozándose contra las suyas y sus sexos tocándose, se le estaba haciendo bastante difícil no romper aquella escasa prenda y clavarse en su cuerpo virgen sin reparo alguno.
Colocó las manos en las caderas de la amazona de su mujer y tomó el control de la situación, dejándose envolver por el placer que sus caderas juntas le propinaban. Con su mano derecha se aseguró de fijar el roce de sus sexos, aquellos que en cualquier momento encajarían por sí solos, y con la izquierda tomó su rostro para así acariciar los dulces labios de su mujer con los suyos.
Sonrió cuando un leve suspiro salió de la garganta de esta...
Las sensaciones no se hicieron esperar y era como si sus cuerpos hubiesen sido creados para estar así por siempre, frotando y rozando cada parte de ellos hasta que al final fueran uno solo.
El aposento pronto se vio inundado del peculiar olor del deseo y los sentidos de ambos se vieron ofuscados. Liona no sabía lo que le pasaba, era todo tan extraño... Su corazón latía errático mientras las manos de su recién esposo la recorrían por completo. Los sentimientos eran un manojo disparatado en su interior, pues aun luchaba contra el pánico de que lo que estaba ocurriendo llegase a ser igual que el suceso de su pasado. Pero en su interior sabía que no sería así, pues Dante la estaba tratando como si fuera lo más delicado en todo el mundo y podía sentir, en sus músculos tensos, que él se estaba conteniendo.
Sus manos le acariciaron por lugares que ella ni siquiera sabía existían y su cuerpo tembló al sentir la fría brisa de la noche que se colaba por la ventana de aquel aposento. Dante se dio cuenta de inmediato y la estrechó contra él.
El futuro Laird, embobado con el cuerpo de su esposa, decidió cambiar de posición, colocándola debajo de él para así poder apreciarla por completo y devorar cada una de las partes de su cuerpo. Las mismas que había añorado desde el primer día que la vio en el bosque, y que había deseado aún más luego de los furtivos encuentros que tuvieron.
Sin perder tiempo desgarró la prenda de su cuerpo, dejándolo libre y expuesto para él. Ella es el mismísimo paraíso. Pensó mientras su miembro se hinchaba cada vez más con la vista.
Su cuerpo era digno de admirar. Desde sus largas y esbeltas piernas que llevaban a ese triángulo de vello mestizo, hasta la última hebra de su pelo de fuego. Su piel era tan suave como el mismo viento y sus pechos rosados y erguidos con sus pequeños pezones rosados no hicieron más que encenderlo en niveles nunca antes concebidos. Por esa razón no lo alargó más y se dedicó a venerar aquellos montes como se merecían.
Para que ella jamás lo olvidara...
Liona, que para su sorpresa había estaba disfrutando de todo aquello, se sobresaltó al ser cambiada de posición y verse desnuda de un momento a otro. Tuvo el impulso de tomar una de las Sgian—dubh que había escondido por todo el aposento por si algo salía mal, pero lo desechó en el momento en que sus sentidos fueron ofuscados por los mojados labios de su esposo que tomaron desesperadamente sus pechos.
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La Fiera del Highlander (Secretos en las Highlands 1)
Historical FictionA mediados del siglo XI, en las tierras altas de Escocia, el hijo primogénito del laird del clan MacCallum, Dante, se negaba a obedecer las órdenes de su padre sobre desposar a una mujer a quien siquiera conocía. Pero luego, cuando Duncan le comenta...