La Fiera del Highlander (Secretos en las Highlands 1)

CAPITULO XXXIII

Mi chuladas 💖

Ha llegado el último capítulo, después de este solo queda el epílogo 😭💖

Aprovechó para  agradecerles una vez más por el apoyo brindado.

💫 Les quiero un montón 💫

***

El clima había adoptado el mismo matiz del sufrimiento que atormentaba a Dante.

Las nubes estaban completamente grises, arropando el cielo, privando a las highlands de la luz del sol mientras los truenos, pruebas de que una tormenta se avecinaba, retumbaban por encima de su cabeza.

Siguió su camino por aquel campo, de forma pausada, sin querer llegar a su destino, sin ánimo alguno, inundando por la tristeza y el dolor que aquella nueva realidad le causaba.

Aquellos deberían haber sido los mejores días de su vida, los más felices, pues su hija recientemente había nacido, se había convertido en padre, pero lamentablemente, las desgracias no paraban de azotarle y se encontraba devastado.

Le había perdido.

Siguió caminando, pues le esperaban, y llegó a aquel lugar que había sido su preferido.

Varios guerreros y algunos aldeanos rodeaban el cuerpo que había sido envuelto y dispuesto bajo la sombra de un frondoso árbol. Listo para ser sepultado, a pesar del dolor que dejaba en aquellos que le habían querido tanto.

El llanto se hizo presente y él intentó ser fuerte, mantener la compostura ante su pueblo, tratando de no decaer ante la desazón que le abordaba.

¿Por qué? No paraba de preguntarse, esperando alguna respuesta de los mismísimos dioses. ¿Por qué debía perder tanto? No lo entendía.

Una anciana de pelo blanco, con una de las voces más hermosas que alguna vez había escuchado, empezó a entonar una triste melodía que no hizo más que aumentar el sufrimiento de los presentes. Que solo encogió aún más sus corazones por aquella terrible perdida.

Era difícil para él tener que dar el primer paso. Tener que arrodillarse ante el cuerpo de su ser amado para darle el último adiós pero, por más que le destrozase, debía hacerlo.

Dio varios pasos hasta acortar la distancia que les separaban, mismos que fueron los más difíciles en toda su vida, y, se arrodilló, comenzando casi de inmediato a sepultar, con sumo pesar en su alma, el cuerpo de quién había querido tanto, bajo las piedras.

Cuando estuvo por terminar, la rubia que se encontraba a su lado se arrodilló frente a él, del otro lado del cuerpo, para culminar la sepultura, mientras lloraba desconsolada.

Una solitaria lágrima escapó de los ojos de Dante mientras todos los presentes empezaban a marcharse y justo en aquel momento la mano del viejo Duncan se posó en el hombro de su hijo, queriendo transmitirle paz y consuelo pero, sinceramente sabía que aquella herida solo sanaría con el tiempo, aunque jamás sería olvidada.

Poco después la lluvia empezó a caer, mojando todo a su paso y mientras los que aún quedaban allí se marcharon, él se mantuvo en el mismo lugar, sin importar que el agua empapara su cuerpo.

No quería marcharse, porque hacerlo supondría aceptar que se había ido para siempre. Que nunca más le vería. Que jamás compartiría nueva vez su compañía...

Tomó todo en sí levantarse de allí, darse la vuelta y volver al castillo. Estaba dejando gran parte de su alma justo ahí, bajo aquel árbol, pero por más que el asunto le destrozase, tendría que seguir adelante.