21. Cupido

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No había en dónde encontrar a Taeil, así que Jae se apoyó en el balaustre y escuchó los sonidos de la noche, la disco, los autos, los pájaros y las cigarras.

Tal vez, Yuta tenía razón y perdedores como él o DoYoung no fueron jamás destinados a encontrar una pareja, o amar. TaeYong se sentía tan cercano, pero al tiempo tan impersonal, tan lejos. Jae sintió que quería correr de ese lugar, pero en ese momento la puerta detrás de él chirrió y Lauren apareció. Estaba roja y tenía lágrimas en sus mejillas, golpeó la puerta y miró a Jae, entonces rió.

—Siempre nos encontramos en situaciones como estas —dijo.

—¿Yuta? —preguntó Jae.

—Si. Es tan egoísta —golpeó el barandal y maldijo en voz alta—. Sólo es capaz de amarse a sí mismo. El rey del todo —escupió cada una de las palabras.

—Típico en Yuta —Jae se rió.

—La manera en la que los trata no está bien, pero es sólo porque ustedes son muchísimo más talentosos que él —se acercó y Jae asintió incómodamente—. Ven, baila conmigo, estoy tan hastiada de ese perdedor —ella tomó su mano y Jae se sintió algo extraño.

—Pefo... —comenzó.

—Sé que eres gay, pero eso no significa que no puedas bailar con una chica —sonrió y Jae asintió.

La chica tenía tanta razón. Entraron, Jae vio cómo TaeYong alzó su cabeza de la barra y volvió a esconderla después. Jae estaba tan harto, que de pronto un poco de celos funcionaría, así que se detuvo a un lado de Lauren en la pista de baile y comenzó a moverse a ritmo.

Bailaron separados, pero de vez en vez, él tomaba su mano y le daba vueltas, y mientras bailaba, lograba sentirse mejor. El perdedor de la escuela estaba en la pista con una linda chica, mientras el famoso rapero estaba allí sentado, totalmente solo embriagándose.

Jae sonrió de forma amplia, pero fue allí cuando vio a Taeil entrar al lugar. Había dejado su suéter en algún lugar, arremangó las mangas de su camisa blanca.

—Espefa aquí un momento —el chico le sonrió a Lauren y ella parecía tan impactada. Pero Jae cruzó la habitación y corrió hasta Taeil.

—Baila conmigo —dijo tomando sus manos.

—¿Qué?, ¿estás borracho? —Taeil soltó una carcajada.

—Que vengas, baila conmigo.

Jae lo empujó hasta la mitad de la pista de baile, en donde Lauren estaba de pie, allí soltó las manos de Taeil y las conectó con las pequeñas manos de Lauren.

Taeil y Lauren estaban demasiado desconcertados para ponerse, y Jae sonrió traviesamente cuando estuvo de vuelta en su sofá. Observó a esos dos, -Lauren observaba a lo largo y ancho del lugar y Taeil acariciaba su rubio-castaño cabello. Jae notó que su rostro estaba demasiado enrojecido, cuando dijo algo y se acercó, rodeando el cuello de Taeil con sus manos. Él envolvió su cintura de forma delicada, y ambos empezaron moverse con la música, con lentitud e incomodidad. Podías tocar la tensión. La primera canción era determinante y Jae mantuvo sus dedos cruzados, jugó a ser Cupido, y estaba tan orgulloso de sí mismo cuando una melodía romántica inundó la habitación y Lauren recostó su cabeza en el hombro de Taeil mientras él la rodeaba con sus fuertes manos. Se veían perfectos, claro, mucho menos perfectos para Yuta, que entró en la habitación y por poco se ahoga en su cerveza. Lanzó la botella contra una pared y salió maldiciendo por lo bajo, mientras Taeil y Lauren estaban en su propio mundo, demasiado inmersos en sí mismos, y Jae podía sonreír.

No Girls Allowed «JaeYong»Where stories live. Discover now