19. En Sus Camas

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El verano comenzó, Jae obtuvo uno de los puntajes más altos en la clase, justo detrás de Taeil y DoYoung, así que sus padres estaban felices. El Señor Bronson estaba conmocionado por su presentación y decidió que todavía quedaba mucha esperanza, y que el problema de Jae no era un error de nacimiento, sino su falta de confianza en sí mismo, así que propuso que se le enviara a algún lado, sólo con sus amigos para el verano. La madre de Jae era un poco miserable acerca del asunto, porque a todos los padres parecía agradarles TaeYong, así que no pudo obtener que su petición para sacarlo de la escuela fuera aprobada, también mencionó que el campamento de verano era la única opción que Jae tenía para estar sin su vigilancia.

Las dos primeras semanas de vacaciones eran más bien aburridas y Jae pasó la mayor parte del tiempo en su casa, o en la de DoYoung. Taeil los hizo ir a la playa unas cuantas veces y Ten visitaba a Jae muy seguido para hacerle compañía. TaeYong estaba ocupado con las grabaciones de su nuevo álbum, pero hizo parte de uno de los viajes a la playa, así que Jae disfrutó el día entero estando en sus brazos; aunque la mayor parte del tiempo estaba solo, y mantenía contacto con TaeYong por medio de facetime, skype y messenger.

Pero en la tercera semana comenzó a empacar maletas, y el sábado todo el mundo ya estaba listo, de modo que su madre se encargó de darle todas las medidas de precaución, por millonésima vez en la semana, cuando se detuvieron al lado del bus en la estacionamiento de la escuela.

—Compartes tu habitación con DoYoung, y debes irte a dormir a las 10:00 p.m, ¿entendido? —dijo, y Jae asintió.

El motor de un carro deportivo hizo que todo el mundo desviara la mirada en aquella dirección y la madre de Jae hizo un gesto amargo cuando notó a TaeYong, que siempre iba vestido de negro, y saltó fuera del asiento del pasajero, mientras su mánager encendía de nuevo el auto y se iba.

—Pensé que este niño estaba muy ocupado —la madre de Jae bufó.

Jae intentó ocultar una sonrisita, cuando TaeYong hizo una venia a ambos y saltó dentro del bus.

—Entonces ya sabes; mantente a veinte metros de distancia de ese chico —la mujer levantó la voz una vez más—. ¡¿Entendido?! —Jae asintió.

—Tengo que ifme —dijo.

—Bien, cuídate, te amo —ella lo abrazó y él se puso algo tenso.

—Suelta, suelta; mis amigos están mifando —suplicó, y ella accedió.

Murmuró un "adiós" y corrió hasta el bus, en donde tomó un asiento libre al lado de DoYoung. Necesitaba esperar hasta que su madre no pudiera ver, y entonces adelantaría dos filas en frente, hasta el puesto junto a TaeYong.

Horas más tarde, habían llegado al campamento y su maestro de baile les entregaba las llaves a las habitaciones en el complejo turístico. Resultó ser que estaba lleno de cabañas en medio de un bosque, y cada casa tenía tres habitaciones con dos camas.

—Taeil, DoYoung, JaeHyun, Ten, TaeYong y Yuta —el Sr. Wang leyó los nombres y un estruendoso "¡¿Qué?! salió de los labios de Yuta.

—¡No dormiré con los perdedores! —protestó en voz alta.

—¡No estaré bajo el mismo techo con él! —gritó Ten.

—Chicos, guarden la calma; tengo la lista y no podemos hacer nada para cambiarla. Acá, tengan las llaves —rogó.

Y nadie se movió, así que TaeYong tuvo que caminar hasta el frente para tomar la llave.

Yuta se quedó y peleó con el profesor, mientras el resto se abría paso hasta la cabaña.

Entraron y TaeYong se puso algo incómodo. No estaba muy limpio, y Jae sabía que su novio se sentía demasiado inconforme en aquellas condiciones.

—Vas a limpiaflo, yo te ayudafé —susurró Jae, pasando su mano alrededor de la cintura de TaeYong.

—En serio, ésto es tan grosero —Yuta entró dando un portazo.

—Creo que TaeYong debería compartir una habitación con Yuta, es con el único con el que se lleva bien —propuso DoYoung. Jae se tensó.

Sostuvo la cintura de TaeYong con fuerza, como si alguien fuera a intentar robárselo.

—Conejito, por fin dices algo con sentido —dijo Yuta, quien tomó su maleta y caminó hacia una habitación.

—Deberíamos discutir eso —TaeYong caminó hasta el sofá en la sala de estar y se sentó allí, mientras Jae seguía abrazándolo con fuerza—. DoYoung, ¿puedes compartir habitación con él? —preguntó TaeYong.

—¡¿Yo?! —el pelirrojo abrió su boca—. No

Los otros dos chicos se miraron entre ellos.

—Pues la verdad es que tengo mejor comunicación con él de todos ustedes —dijo TaeYong, Jae estaba a punto de gritar.

—Pefo... —lo miró como un pequeño cachorro.

—Lo siento Jae, supongo que es la única manera de evitar todo el drama —TaeYong se liberó del agarre de Jae y tomó su maleta.

Jae sintió que era abofeteado en la cara, cuando el chico desapareció en la habitación que Yuta había elegido.

—No soy tan malo —susurró DoYoung, y en realidad, Jae sintió que quería morderlo.

Tuvieron algo de tiempo libre, desde que era el primer día, y en la noche, durante la cena, la Sra. Hillary les dio a todos el horario del campamento, el cual los chicos discutieron sin mucho disimulo. Yuta desapareció en la mesa de los geniales, donde se sentó con Johnny, Hansol, Mark y unos cuantos más. Arrojaba miradas asesinas a los cuatro que se acomodaron en la última esquina de la cafetería, Ten estaba tan hastiado que comió rápido, y se fue.

—No puedo esperar más para que se largue —susurró DoYoung.

—Me leíste la mente —dijo Jae, que estaba de mal humor.

TaeYong intentó hacerlo feliz acariciando su espalda y rodillas, pero Jae no dejaba de sentirse rechazado.

—Necesito voluntarios para la limpieza de la cafetería —la Sra. Hillary sonrió con amplitud, pero nadie alzó la mano, sólo DoYoung, quien como siempre era demasiado servicial, Yuta se burló en voz alta.

—Yuta, me alegra tanto que te ofrezcas —la mujer giró a verlo, y la sonrisa del chico se desvaneció, mientras Jae, Taeil, TaeYoung y DoYoung casi caen de sus sillas por causa de las carcajadas.

—Pero... —Yuta iba a oponerse.

—Entonces, todos los demás son libres de irse —anunció la maestra.

Todo el mundo se puso en pie de prisa, antes de que la mujer cambiara de parecer. Yuta gruñó y DoYoung levantó los platos de la mesa. TaeYong saltó sobre tierra, y tomó la mano de Jae.

—Cfeo que mejof voy a ayudaf a DoYoung —fue lo que dijo, y el rostro de TaeYong se descompuso.

—No estés molesto, está bien, aún tenemos el resto de días juntos, además, no podría dormir contigo de todas maneras, soy misofóbico, así que no tolero muy fácil a alguien más en mi cama —TaeYong intentó explicarse.

—¡Pefo todas las chicas de tus canciones! —Jae sintió su temperamento hervir.

—Fue en sus camas... —TaeYong se detuvo y dio media vuelta.

Y dejó el lugar de nuevo, al tiempo que Jae sentía que era abofeteado de nuevo.  

No Girls Allowed «JaeYong»Where stories live. Discover now